ADRIANA ALCALÁ
Politólogo-Universidad de Los Andes
Nigeria, ubicada al oeste de África, es una de las naciones más
pobladas del mundo y hoy, es el epicentro
de un conflicto “olvidado" desde 2009 con la muerte del líder del movimiento
Boko Haram .
Nigeria tiene en su haber un alto índice de analfabetismo. Un
nivel de vida no acorde a la situación económica y social en una desigualdad insostenible que ha ido en detrimento del
pueblo nigeriano, pues cuando un Estado no es equitativo en la distribución de sus
riquezas hace que sus nacionales se vuelvan
a la delincuencia y el vandalismo-
En el caso de Nigeria la diversidad
religiosa y la participación histórica y política de otras culturas ha generado
una serie de matrices de opinión que se hacen difíciles de controlar por un
Estado que sólo se limita sus funciones más básicas: educación, seguridad social y empleo deficiente ha generado un descontento interno que para ese
tipo de sociedades, sin posibilidad de evolución, da apertura a grupos de presión: unos extremistas y otros en menor grado, es decir, un Estado reconocido frente a
otros estados dentro de muchos estados
que vive en una guerra interna por conquistar algo que no tiene objetivo
definido; los movimientos terroristas que se desprenden de Al Qaeda son los
focos de una lucha interna muy
particular que con el tiempo, si no se detiene se pueden fusionar en un gran
centro de terror con alcances insospechados, tal es el caso de Boku Haram
con el secuestro de 276 niñas cristianas.
Un acontecimiento alarmante pero, el verdadero trasfondo de esto encierra
mucho más y apoya la conceptualización de un movimiento terrorista como un grupo de presión extremista: en primer
lugar, Al Qaeda está repontenciando su
papel de actor represivo extremista por
focos, radicalizando su lucha en bastiones que se van a solidificar en uno.
El propio estado nigeriano tal vez no lo percibe y la prueba de su poderío se
demuestra con acciones temerarias como el secuestro de las niñas.
¿Por qué? Solicitan participación política. Una participación que el Estado no está en
condiciones de mejorar. Un país petrolero con cuantiosos recursos que no son
distribuidos equitativamente marginando a la población, establecida en
grupos que no tiene un rumbo definido. Integrándose en tendencias religiosas
que intentan dar respuestas a la desesperanza, entre ellas la más fuerte es la
pugna entre musulmanes y cristianos siendo una
lucha de larguísima data que con el tiempo se ha ido perfeccionando en cuanto a
maniobras de terror por lo que se puede afirmar que las motivaciones de los
grupos terroristas de la que no excluimos a Boku Hram son en primer lugar
económicas. Un llamado de atención a un Estado que se ha mostrado ineficiente en
cuanto a la distribución de riquezas.
El segundo aspecto a considerar son las motivaciones ideológicas o religiosas. Todos consideran tener su porción de verdad en cuanto a la deidad pero es un
tema controversial, tanto que llega a las
dimensiones del terror y de acciones inescrupulosas.
Una lucha sangrienta e
intestina que ha hecho del Estado el
único que puede controlar y reprimir sus acciones.
La religiosidad es uno de
los focos predominantes que se busca
controlar a través de la religión el control de un estado fanático versus un
estado signado por el egoísmo. EL cristianismo o los islámicos no son los
verdaderos enemigos.
Es una lucha donde sólo las ideas son predominantes. Es una pasión cruenta y despiadada que arrastra a muchos.
El secuestro es una manera de demostrar que están ahí. Que sin asomar abiertamente la
posibilidad de conquistar el poder central en Nigeria desean su participación y
ser un actor, muy pero muy influyente, sin presunciones de detentar el poder
aún. Por ahora solo se limitarán a la amenaza y el adoctrinamiento .
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