Venezuela: ¿Capriles perdió o ganó?


Pese a la pequeña diferencia en los votos, los resultados de las elecciones presidenciales de este domingo no fueron la diferencia más estrecha de la historia democrática de Venezuela.

BBC MUNDO

Tal hecho ocurrió en 1968 con el expresidente Rafael Caldera, quien en aquel momento se impuso a su rival en las urnas por unos 30 mil votos.


En esta oportunidad, de acuerdo con las cifras que suministró el Consejo Nacional Electoral (CNE), la diferencia fue de 233.935 votos.

Esta vez, el candidato oficialista, Nicolás Maduro, obtuvo 7.505.338 votos, mientras que el opositor Henrique Capriles sumó 7.271.403 votos.

Este resultado se obtuvo al escrutar 99,12% de los sufragios y con una participación de 78,71%.
Una tendencia "irreversible", según la presidenta del CNE, Tibisay Lucena.
No obstante, Capriles anunció que no reconocerá el resultado hasta tanto no se haga una auditoría de 100% de las urnas.
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Mapa regional

La alternativa política que planteó la oposición venezolana en los comicios presidenciales del domingo logró ganar un mayor espacio del que tenía en el espectro nacional.

Recién en diciembre de 2012 la oposición consiguió ganar la gobernación de apenas tres de 23 estados venezolanos en disputa.

Ahora, Capriles se impuso en ocho provincias, varias de ellas clave en cuanto al caudal electoral, como Miranda, Táchira, Zulia y Lara, que cuentan con una importante cuota de población.


Esto de alguna forma explicaría por qué el candidato opositor logró acercarse al postulante oficialista como nunca antes en comicios presidenciales en la era del chavismo.

Así como Maduro se hizo fuerte en algunos estados -por ejemplo Apure, donde obtuvo 61% de las preferencias-, Capriles también logró triunfos regionales significativos.
Por ejemplo, el 62% (contra el 36% de Maduro) en el estado Táchira, en donde el gobernador chavista José Vielma Mora es considerado una de las figuras más populares del oficialismo.

Pero como suelen explicar analistas electorales, una cosa son las elecciones presidenciales y otra las regionales.

Otro dato que surge de los comicios del domingo es la posible cantidad de electores chavistas que, ante el fallecimiento de su líder y la nominación de Maduro, optaron por Capriles.

Según el Comando Simón Bolívar, el de Capriles, un millón de votantes pudo representar a los chavistas que cambiaron de opinión.

Los analistas venezolanos que siguieron toda la campaña electoral coinciden en que en ello influyó la cuestionada campaña de Maduro, que -según se estimaba- contaba con un enorme capital político y de recursos. Pese a ello, su ventaja se redujo hasta 1,5 puntos porcentuales en la jornada electoral.
Una semana más y quizás no ganaba, calculan los observadores.


Futuro próximo

En caso de que no prospere el reclamo electoral de la oposición venezolana, ¿cómo queda la situación?
Maduro asume con una pequeña diferencia de votos que genera preocupación por la sostenibilidad de su gobierno. Sin embargo, puede encontrar consuelo en la gestión de Caldera entre 1969 y 1974, 

considerada de relativo éxito al haber logrado la paz con grupos armados de izquierda, el aumento impositivo a empresas petroleras extranjeras y el inicio de varias obras emblemáticas de infraestructura.
Pero la oposición también gana un capital político, en especial Capriles, lo que le permite permanecer en la escena política.

El candidato opositor sumó casi 800.000 votos al resultado que obtuvo cuando compitió con Hugo Chávez en octubre de 2012, ocasión en la que obtuvo 6,5 millones de sufragios.

Además lo beneficia que Maduro logró unos 600.000 votos menos a los que lo que acumuló Chávez en esos comicios.

"Interesante paradoja, Maduro ganando, pierde y Capriles perdiendo, gana", estimó el analista político Luis Vicente León, en su cuenta de twitter.

Aún no se sabe si hay otro capítulo en esta historia, ya que Maduro aceptó iniciar la auditoría del 100% de los sufragios e incorporar los votos emitidos en el exterior (unos 50.000).
Pero de quedar la victoria de Maduro en firme, Capriles podría recordar lo que le sucedió al propio chavismo en 2007.


En aquel año, sufrió la única derrota electoral desde que Chávez llegó al poder en 1999. Se trató de un referendo para modificar la Constitución y permitir la reelección indefinida de todos los funcionarios electos.
El chavismo perdió, también por una diferencia marginal. Según Chávez, la oposición había logrado una victoria "pírrica" y "de mierda".

Pero la derrota le dio un nuevo impulso al fallecido líder, quien volvió con nuevas fuerzas y logró aprobar por medio de un nuevo referendo la reforma propuesta, y luego ganó las elecciones (con graves problemas de salud) en 2012.

¿Podrá Capriles hacer algo parecido?
Su principal reto será mantener la unidad de la amplia variedad de partidos opositores -de izquierda y derecha- que lo respaldan, y que también cuentan con aspiraciones de candidaturas propias.

A Capriles lo acechan políticamente dirigentes opositores como María Corina Machado o Pablo Pérez.
Pero ahora cuenta con un hecho probado: es capaz de sacar más de siete millones de votos y asustar a un chavismo, que siempre pareció imposible de derrotar.




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