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Viviendas completamente destruidas, calles hundidas y agrietadas y un
ambiente de tristeza y desolación, es lo que se percibe en la comunidad de El
Tendal, sector ubicado en la parroquia Escuque, en el municipio del mismo nombre
del estado Trujillo.
Sus habitantes vivieron horas aterradoras cuando las lluvias que cayeron en la zona el pasado fin de semana, desestabilizaron el terreno y provocó varios deslizamientos que como un terremoto en cámara lenta, destruyeron casi por completo el improvisado urbanismo que se levantó en el lugar desde hace dos décadas.
“Ésto antes era una hacienda de caña, pero hace 20 años comenzaron a invadir”, contó Gladys Matheus, quien custodiaba la vivienda en ruinas donde hasta hace una semana habitaba su familia, compuesta por dos niños y cuatro adultos.
Entre 18 y 20 funcionarios de esta dependencia oficial permanecen en el lugar desde el pasado sábado 13 de octubre, cuando comenzó la emergencia en El Tendal y el Gobierno regional declaró la alerta.
También hay voluntarios del Grupo Forestal Skuke, personal de Dinfra y otras dependencias de la Gobernación y la Alcaldía de Escuque, además de patrulleros del Psuv, quienes colaboraron con el desalojo de los damnificados, así como con el traslado a los refugios y el rescate de sus enseres.
Con una excavadora jumbo iniciaban el trabajo de despeje de la vía, que comunica además con otros sectores como Sicoque y La Sabaneta, cuyos moradores se encuentran parcialmente incomunicados.
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