“La economía merideña marcha mal”


6to. Poder 

El dente de la Cámara de Comercio citó estudios que revelan que ese estado occidental está en el puesto N° 14 como ciudad turística, lo que significa que sigue bajando en el ranking a consecuencia de factores como el difícil acceso tras el cierre del aeropuerto, la pésima vialidad y el cierre del Teleférico.

El estado Mérida, que cuenta con una producción agrícola importante y que se ha destacado siempre por sus bellezas naturales, ha visto mermar su economía como consecuencia de medidas impuestas por el Gobierno Nacional. Entre los factores de este retroceso está la baja en el turismo, que además se ha visto afectado por el problema de la basura, las nuevas normas que establece la Ley Orgánica de Trabajadores y Trabajadoras, las expropiaciones y la escasez de productos.

Así lo considera la Cámara de Comercio de Mérida, representada por el arquitecto Marcos Delgado, quien fijó posición en cuanto a la situación en este estado, que vive principalmente de su universidad y del turismo.
Delgado comentó lo negativo que ha sido para los comerciantes y empresarios la reducción de la jornada laboral a 40 horas, ya que para poder trabajar los sábados deben solicitarse las horas extras en la Inspectoría del Trabajo, solicitud que jamás es respondida.

De igual modo, el arquitecto fijó posición sobre el tema de la basura e instó a las partes involucradas a sentarse a negociar para dar con la solución a favor de Mérida y los merideños; dijo que “en este conflicto lo que ha faltado ha sido voluntad política”.

¿Con los cambios que se han dado en el país y las acciones tomadas por el Gobierno nacional, cómo está la economía merideña?

En líneas generales, la economía merideña está marchando muy mal por la cantidad de normas, restricciones, decretos y leyes que el Gobierno nacional ha impuesto a la empresa privada para trabajar, esa carga adicional de los tributos es la que está generando distorsión en la economía. En cuanto al salario mínimo, la propuesta de la Cámara de Comercio y de las asociaciones hermanas como Consecomercio y Fedecámaras es apoyar un salario justo para los trabajadore, inclusive la mayoría de las empresas de la Cámara de Comercio no pagan salario mínimo sino que están muy por encima de este.

La economía también marcha mal por situaciones como la dificultad para llegar a Mérida por carretera. La ocupación turística ha estado floja, con una ocupación hotelera cercana al 40 y 45 por ciento. En épocas anteriores, en esta temporada de agosto había ocupación del 100 por ciento. La afluencia de turistas este año ha sido la mitad, comparada con la temporada anterior, y eso se demuestra con la información que los asociados nuestros, los hoteleros, nos suministran día a día.

También las expropiaciones realizadas en el Sur del Lago han producido desempleo y han influido en que la economía merideña esté tan decaída. Pero también está decaída porque la Universidad de Los Andes, nuestro principal centro empleador de la ciudad, mantiene un presupuesto reconducido desde hace cuatro años, cosa que hace prácticamente imposible que cumpla con sus funciones. Igual tienen presupuesto reconducido la Gobernación del estado, las alcaldías y otros entes gubernamentales, entonces no se están generando los recursos necesarios para que la ciudad tenga una vida económica aceptable.

Cuando habla de normas y leyes ¿a cuáles se refiere?

A todas las leyes, desde la aplicación del IVA, la Ley del Deporte, la aplicación de la Ley el Trabajo con sus nuevas restricciones y la serie de decretos que afectan cada industria en particular. En el caso de los agentes inmobiliarios, está la congelación de alquileres en la nueva Ley de Arrendamiento, que fija restricciones que hacen casi imposible que el sector inmobiliario de desarrolle.

Los constructores están afectados por  las normas del gobierno, que quiere disponer de apartamentos en cada proyecto que cada promotor proponga, pues el Gobierno quiere quedarse con un 20 por ciento, perjudicando el mismo.

El sistema farmacéutico también está muy limitado e inclusive el transporte de la mercancía, por las nuevas guías interestatales de transporte que se están aplicando, entonces no hay atractivos para que el empresario genere iniciativas o proyectos para que el empresario mejore su negocio. Se está trabajando con inventario mínimo, hay dificultad con los fletes, ya no hay casi quien quiera hacer fletes de Caracas a Mérida porque no sabe cuánto va a tardar ese camión aquí. Cuando no es un problema de la naturaleza con las carreteras es un problema de orden público. Cuando se tranca una avenida hasta por cinco, seis y siete horas por protestas públicas trae perjuicios económicos. La situación económica  en Mérida no es buena, es una ciudad que, principalmente, vive de servicios. Nuestra principal fuente de ingresos es la universidad. Mérida tiene dos caras: cuando están los estudiantes la universidad está activa y viva, y cuando no, la ciudad decae; ¿qué compensaba esto?, el turismo compensaba la baja con el cierre parcial de la universidad, pero ahora, cuando la temporada turística también es mala, las expectativas siguen siendo negativas para la economía merideña.

Cuando usted menciona la nueva Ley Orgánica del Trabajo, ¿cuál ha sido la forma negativa en la que ha influido?

La simple norma del trabajo de las 40 horas. Ya muchas empresas que trabajaban los sábados, que es el día cuando la gente sale a hacer sus diligencias,   por el cumplimiento de la nueva ley de ajustarse a las 40 horas ya no abren; igual con las horas extras y la notificación que hay que hacer para pagarlas. Con con la nueva normativa, cualquier persona que requiera  horas extra para sus empleados tiene que hacer una solicitud a la Inspectoría del Trabajo que nunca es respondida, y al no ser respondida no la puedes ejecutar.

¿Y son penalizados cuando las generan sin autorización?

Sí, están sujetos a sanciones. Todas estas cosas han traído como consecuencia que la actividad comercial se deprima en la ciudad. También tenemos desabastecimiento en muchos rubros, comerciales, industriales, no hay cemento, no hay cabillas, no hay pego; cuesta conseguir materia prima para muchas empresas, entonces la producción de los empresarios locales está muy limitada y cada día es menor. En el caso de los que fabrican bebidas como el aguardiente merideño, que es de fama reconocida, su materia prima, el alcohol, lo suministra el Estado, que tiene la potestad de venderlo, y eso hace muy lento el proceso.

Para Mérida es vital el turismo, ¿por qué se ha descuidado tanto?

Mérida, en la posición número uno como ciudad turística, ya es historia, eso ya pasó hace tiempo; cuando Margarita activó su puerto libre, Mérida le cedió el primer puesto y Margarita lo ocupó como primera atracción turística en Venezuela, básicamente por las compras y también por sus atractivos naturales, pero siempre habíamos estado ahí, puestos uno y dos. Ahora hemos bajado.

 Conocemos estudios que revelan que vamos por el puesto número 14, es decir, seguimos bajando en el ranking de ciudades venezolanas preferidas para el turismo. Esto se debe a muchos factores, como lo difícil que es llegar a Mérida; la ciudad tiene un aeropuerto inactivo, y el aeropuerto de El Vigía funciona a medias, con instalaciones precarias, a pesar de ser nuevo y contar con la segunda pista más larga del país, pero sus instalaciones físicas no soportan un alto movimiento de turistas. La vialidad también está desastrosa y eso hace que el turista no quiera venir. Otro problema que ha alejado al turista es la inseguridad. Mérida dejó de ser hace tiempo el paraíso donde el turista descansaba con tranquilidad; y siguen sumándose factores como la falta del Teleférico y la demora exagerada para reactivarlo. La especulación en el sector turístico, sobre todo en la parte de los páramos, donde los precios que se están cobrando son inaccesibles para el turista. La Cámara de Comercio está realizando una campaña para que los empresarios de turismo -sobre todo los ubicados fuera de la ciudad- sinceren sus precios de manera que el turista pueda tener la posibilidad de pagar, pues deben tomar en cuenta que el turista que viene a Mérida es de clase media.

Tenemos también el problema de la basura en la calle, cuando antes éramos la ciudad más limpia de Venezuela, yo creo que ahora –sin lugar a dudas– somos una de las últimas. No hay una ciudad en Venezuela que tenga una situación tan deprimente con la basura como la que estamos atravesando nosotros. Todos estos factores han hecho que el turismo haya decaído, pero básicamente que no tengamos cómo mover al turista por carretera ni por avión.

¿La Cámara de Comercio ha tenido alguna respuesta del gobierno o ha sido un trabajo a paso de tortuga?

Las relaciones de la Cámara de Comercio con la Corporación de Turismo, tradicionalmente, han sido muy buenas. Recientemente hemos restablecido las reuniones semanales en las que les tendemos la mano, pero el problema con ellos es que no tienen el presupuesto para manejar la infraestructura turística del estado ni para promocionar el turismo merideño.

¿Qué hace la Corporación de Turismo del estado?, por una distorsión organizativa de la Gobernación del estado se le han adjudicado unas tareas que no les competen, como es el mantenimiento de los parques. La Corporación de Turismo tiene una gran cantidad de obreros a su cargo y todo el presupuesto se va en el mantenimiento de los parques, esto lo hacen bien pero no es la labor fundamental de una Corporación de Turismo.

En el caso de la especulación con los precios en el páramo, ¿qué pasa con el Indepabis? ¿Hay fiscalización?
La Corporación de Turismo ha trabajado con nosotros, estamos juntos en esta actividad de concienciar a los empresarios turísticos, sobre todo en el páramo, para que no se especule con los alquileres de habitaciones y ventas de comidas. El Indepabis, por separado, hace sus inspecciones, los visita y hace restricciones pero no hay mucha base legal para determinar si hay alguna violación; el empresario fija sus costos en función de sus necesidades y no hay una tarifa oficial que regule el precio de las habitaciones, cada caso es particular, pero sí notamos las quejas del turista, a través de las redes sociales, quienes nos hacen llegar su molestia por lo exagerado de los costos. Una de las preocupaciones que los empresarios de los páramos nos han comunicado es que les cuesta mucho tener recursos para trabajar y eso hace que tengan que pagar el doble del precio por rubros importantes para un hotel, si se consiguen a precios diferenciales y, por supuesto, eso afecta al turismo.

La campaña que hacemos es para que los empresarios colaboren y otra cosa que estamos promoviendo es trabajar durante la temporada baja de turistas, de manera de poner precios accesibles, ofertas, como se hace en todas partes del mundo, cosa que aquí no hacemos.

¿Qué ha hecho la Cámara de Comercio para buscar una solución al problema de la basura?

Desde hace tres meses, cuando vimos que era inminente el colapso de la basura en Mérida, nos entrevistamos con el director de Servicios Públicos de la alcaldía, Néstor Trejo, para conocer a fondo lo que estaba pasando y hemos continuado esas entrevistas con la alcaldía, y pedimos una audiencia con el Concejo Municipal, la cual no ha sido concedida; nos entrevistamos también con Urbaser para conocer todos los detalles de la deuda, hemos tenido conversaciones con la sociedad civil.

Exigimos que cada quien asuma su responsabilidad, que no se mezcle un problema político con la salud del merideño, la cual debe estar por encima de toda esa lucha política que está acabando con la ciudad.

Hay empresarios que han donado el tiempo de sus camiones para, gratuitamente y en coordinación con la alcaldía, recoger la basura. Hay un programa que se está haciendo con los comerciantes y se le está pidiendo al sector industrial que basura que no sea orgánica, que se pueda almacenar sin problema como cartones, desechos de embalaje o botellas, sea almacenado en los espacios de la industria y solo se saquen los desechos orgánicos.

Luego, cuando se normalice la situación del servicio, pedirle a la empresa que se lleve toda la basura. Si cesa la pugna política y nos ponemos de acuerdo todos los merideños, aprovechar la coyuntura para hacer un plan de gestión de basura a corto, mediano y largo plazo para la ciudad, el problema se podría solucionar. La alcaldía está contra la pared, tiene su altísima cuota de responsabilidad porque esto es un problema que debe enfrentar el alcalde diariamente y no lo está haciendo.

¿Cree que el problema de la basura se deba a falta de voluntad política?

No hay voluntad política. Hay que liberar este problema de la política. La ciudad y sus servicios no pueden estar relacionados con las pugnas políticas. Si cesa la presión política que está ejerciendo el gobierno contra la alcaldía estamos seguros de llegar a una solución, pero tenemos que ir todos a una mesa de trabajo y jugar limpio en la negociación, y que cada quien asuma su responsabilidad.

Recursos limitados

Creo que nuestra Cámara de Comercio es la única cámara del interior que tiene presencia internacional a través de nuestro programa de plataforma de “Las Méridas del Mundo”. En las ferias que se realizan tanto en España como en México, la Corporación de Turismo no nos han podido acompañar porque no cuentan con los recursos para alquilar un stand para promover a la ciudad. La presencia de la corporación se reduce a Fitven. Lo que el estado le da a la corporación para exhibir las bondades de la ciudad es muy poquito.

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