Drogas adulteradas
Lo señalan los especialistas internacionales y los nacionales también. Consumir cocaína es cada vez más peligroso. Al riesgo de alteraciones psiquiátricas, trastornos nutricionales, cardiopatías y problemas neuronales, hay que sumar ahora la depresión del sistema inmunológico. Un adulterante, el Levamisol, es el culpable.
Así lo denuncia “Energy Control”, una ONG que analiza las drogas en España (Julio 2011), a través del Dr. Fernando Caudevilla, quien señala “que el 91% de las 345 dosis de cocaína analizadas tenía adulterantes y el 23,2% no tenía ni siquiera una pizca de esa sustancia. Solamente el 5,5% era pura. El Levamisol es el adulterante más habitual, presente en el 59%. Para este experto, consumir cocaína con Levamisol, que produce una baja notable en los glóbulos blancos, encargados de las defensas, hace a los habituados más susceptibles a las infecciones”.
En nuestro país afirma el Prof. Hernán Matute Brouzés, Coordinador General de las Cátedras Libres Antidrogas (CLIAD), del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), adscrito a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), la preocupación debe ser la misma, por cuanto la droga que se analizó en España, viene de Sudamérica (Bolivia, Perú, Ecuador y principalmente de Colombia) y presuntamente, sería la misma que se está consumiendo aquí en Venezuela, ya que estos químicos se le agregan desde el mismo proceso inicial de elaboración de la cocaína, lo cual debería alertar tanto a las autoridades, como a los consumidores.
Especialistas nuestros ya han detectado otros adulterantes frecuentes: analgésicos como la Fenacetina (lesiona los glóbulos rojos), como el Levamisol, antiparasitario (baja los glóbulos blancos, daña el sistema inmunológico y altera la médula ósea). También hay mucha cafeína incorporada, analgésicos y otras sustancias tóxicas. Por ello, instamos a las Facultades de Farmacia, Medicina, Ciencias, al IVIC y a los Hospitales Especializados en Toxicología, así como a los Laboratorios de la Guardia Nacional y del CICPC, a iniciar y /o potenciar las investigaciones al respecto, no sólo en la cocaína, sino en el Éxtasis, del cual se señala en España, que en estas pastillas cuando son “chimbas” (mezcladas con Dextrometarfano), sólo tienen alrededor de un 35% de pureza (MDMA). Cuando es en “polvo”, conocido como “Cristal”, la pureza aumenta a un 68%, sin adulterante. La anfetamina conocida como “Speed”, 73,2% contenía diluyentes y adulterantes (mezclado con DPIA) y la “Ketamina”, alrededor de un 30% de las muestras estudiadas estaba adulterada.
Matute Brouzés, precisa, “que si bien estas son mediciones realizadas en España, no se descartaría que estuviera ocurriendo lo mismo en nuestro país. Lo grave del asunto, es que los productores y mercaderes de las drogas no tienen escrúpulos a la hora de ganar más. No sólo utilizan mezclas químicas o diluyentes, lo que se usa para dar volumen y abaratar costos, que en fin de cuentas, lo que genera es menos efecto, por lo que se acaba consumiendo más, sino, que por otro lado, me preocupa, que cuando mezclas, se aumenta la toxicidad porque combinas los tóxicos de la droga, con los tóxicos de los adulterantes y, lo que se generan en la interacción de ambos, tal cual, como lo señala en España, el Dr. Rafael Guayta-Escolíes, del Observatorio de Medicamentos de Abuso del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona.
Los que venden droga adulterada, “están envenenando” a quienes la compran, y si se trata de diluyentes, “si el efecto tarda más en producirse, el adicto va a consumir más hasta que lo logre y eso le puede llevar a una sobredosis”.
Finalmente, el Dr. Luis Bononato, médico y director del “Proyecto Hombre”, en Cádiz-España, señala “que más que un consumo responsable” por parte de los habituados o consumidores, insta “a tomar conciencia de que están poniendo su vida en manos de otras personas”, además el consumo de drogas no puede ser NUNCA RESPONSABLE. No existe un consumo de drogas responsable. Toda droga causa un daño psíquico, físico y social. La llamada de atención y la alerta están en el tapete…
Twitter: @lazoazulcliad
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Lo señalan los especialistas internacionales y los nacionales también. Consumir cocaína es cada vez más peligroso. Al riesgo de alteraciones psiquiátricas, trastornos nutricionales, cardiopatías y problemas neuronales, hay que sumar ahora la depresión del sistema inmunológico. Un adulterante, el Levamisol, es el culpable.
Así lo denuncia “Energy Control”, una ONG que analiza las drogas en España (Julio 2011), a través del Dr. Fernando Caudevilla, quien señala “que el 91% de las 345 dosis de cocaína analizadas tenía adulterantes y el 23,2% no tenía ni siquiera una pizca de esa sustancia. Solamente el 5,5% era pura. El Levamisol es el adulterante más habitual, presente en el 59%. Para este experto, consumir cocaína con Levamisol, que produce una baja notable en los glóbulos blancos, encargados de las defensas, hace a los habituados más susceptibles a las infecciones”.
En nuestro país afirma el Prof. Hernán Matute Brouzés, Coordinador General de las Cátedras Libres Antidrogas (CLIAD), del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), adscrito a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), la preocupación debe ser la misma, por cuanto la droga que se analizó en España, viene de Sudamérica (Bolivia, Perú, Ecuador y principalmente de Colombia) y presuntamente, sería la misma que se está consumiendo aquí en Venezuela, ya que estos químicos se le agregan desde el mismo proceso inicial de elaboración de la cocaína, lo cual debería alertar tanto a las autoridades, como a los consumidores.
Especialistas nuestros ya han detectado otros adulterantes frecuentes: analgésicos como la Fenacetina (lesiona los glóbulos rojos), como el Levamisol, antiparasitario (baja los glóbulos blancos, daña el sistema inmunológico y altera la médula ósea). También hay mucha cafeína incorporada, analgésicos y otras sustancias tóxicas. Por ello, instamos a las Facultades de Farmacia, Medicina, Ciencias, al IVIC y a los Hospitales Especializados en Toxicología, así como a los Laboratorios de la Guardia Nacional y del CICPC, a iniciar y /o potenciar las investigaciones al respecto, no sólo en la cocaína, sino en el Éxtasis, del cual se señala en España, que en estas pastillas cuando son “chimbas” (mezcladas con Dextrometarfano), sólo tienen alrededor de un 35% de pureza (MDMA). Cuando es en “polvo”, conocido como “Cristal”, la pureza aumenta a un 68%, sin adulterante. La anfetamina conocida como “Speed”, 73,2% contenía diluyentes y adulterantes (mezclado con DPIA) y la “Ketamina”, alrededor de un 30% de las muestras estudiadas estaba adulterada.
Matute Brouzés, precisa, “que si bien estas son mediciones realizadas en España, no se descartaría que estuviera ocurriendo lo mismo en nuestro país. Lo grave del asunto, es que los productores y mercaderes de las drogas no tienen escrúpulos a la hora de ganar más. No sólo utilizan mezclas químicas o diluyentes, lo que se usa para dar volumen y abaratar costos, que en fin de cuentas, lo que genera es menos efecto, por lo que se acaba consumiendo más, sino, que por otro lado, me preocupa, que cuando mezclas, se aumenta la toxicidad porque combinas los tóxicos de la droga, con los tóxicos de los adulterantes y, lo que se generan en la interacción de ambos, tal cual, como lo señala en España, el Dr. Rafael Guayta-Escolíes, del Observatorio de Medicamentos de Abuso del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona.
Los que venden droga adulterada, “están envenenando” a quienes la compran, y si se trata de diluyentes, “si el efecto tarda más en producirse, el adicto va a consumir más hasta que lo logre y eso le puede llevar a una sobredosis”.
Finalmente, el Dr. Luis Bononato, médico y director del “Proyecto Hombre”, en Cádiz-España, señala “que más que un consumo responsable” por parte de los habituados o consumidores, insta “a tomar conciencia de que están poniendo su vida en manos de otras personas”, además el consumo de drogas no puede ser NUNCA RESPONSABLE. No existe un consumo de drogas responsable. Toda droga causa un daño psíquico, físico y social. La llamada de atención y la alerta están en el tapete…
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