Tensiones entre EE UU y Venezuela apuntan al crudo


Panorama.com

Sanciones de Norteamérica podrían afectar a sus propias petroleras

“No es casualidad que se amenace al país con la mayor reserva de petróleo”, dijo un experto.

Las recientes amenazas de Estados Unidos de incluir a Venezuela en la lista de “países terroristas”, por efectuar negocios energéticos con Irán, dejarían en el “limbo” un suministro diario de casi 1,2 millones de barriles de petróleo, que efectúa la nación a su vecino del norte. Por primera en la historia, las sanciones traspasarían el plano político para tocar el ámbito energético y sobre un recurso altamente apetecible en el mercado.


Ayer, la primera potencia del mundo sumó, en menos de tres días, otra acción: incluir a la nación en su lista negra de países que trafican personas. Sin duda, ésto abrirá un nuevo episodio en las ya tensas relaciones diplomáticas entre ambos países.

“EE UU toca el tema energético porque es el más sensible y el de mayor peso en las economías de los dos países. Igualmente, no es simple casualidad que se amenace al país con la mayor reserva de petróleo (296.000 millones/barriles), muy por encima de Arabia Saudita. Es un discurso muy duro que ha ido escalando en los últimos meses (...) la razón de fondo es el petróleo”, argumentó Sánchez.

El analista afirmó que “de concretarse las amenazas, las autoridades norteamericanas enfilarían sus armas contra la filial venezolana Citgo y otras cuatro refinerías en las que participa Pdvsa en Estados Unidos”.

“Citgo es el corazón de la compañía en EE UU. La refinería tiene una capacidad para procesar de 750.000 bpd, una producción anual de gasolina de más de 100 millones/barriles y abastece a cerca de 6.000 estaciones de combustible. El Gobierno norteamericano podría llamar a un boicot para que nadie haga negocios con la empresa”, opinó.

Incluso, una decisión de ese tipo podría afectar a las mismas empresas norteamericanas que laboran en el país. La más afectada sería la estadounidense Chevron que, el pasado domingo, anunció que en 2012 podría comenzar a bombear 50.000 bpd de la Faja del Orinoco.

La estatal participa en el área Carabobo, en campos petroleros y gasíferos en el Zulia y Sucre. Además, mantiene inversiones por más de $ 20.000 millones.

La realidad es que el petróleo viene a ser como una especie de “péndulo” que une a ambas naciones, pues el recurso es “clave” en el desarrollo de sus economías. Hoy, EE UU es el primer comprador de la nación y la principal fuente de petro-dólares, mientras que Venezuela es uno de los abastecedores más cercanos.

Las recientes declaraciones de Connie Mack, presidente del subcomité para el Hemisferio Occidental en la cámara baja estadounidense, de solicitar que a la nación suramericana se le designe “patrocinante del terrorismo” y además, pedir medidas más “duras” contra Pdvsa echan más leña al fuego.

En esa oportunidad, Mack calificó las sanciones de mayo pasado hacia la estatal, sexta en el ranquin mundial, como un “paso en la dirección correcta” pero advirtió que “son vacías. Necesitamos hacer más”.

El internacionalista y conocedor de temas energéticos, Pedro Durán, agregó que la inclusión de Venezuela en la lista de terroristas del Consejo de Seguridad de la ONU, como sucedió con Irán, sí acarrería problemas a la petrolera nacional.

“Esa acción desencadenaría que países europeos decidan cortar los nexos con Pdvsa. Incluso, podrían pedir a sus petroleras que abandonen Venezuela. Las pérdidas por inversión sumarían millones”, recalcó el experto.

Sobre la tesis habría que esperar si las transnacionales acatan la orden de dejar atrás sus inversiones, en un país que no se encuentran en un conflicto bélico —como Libia— y garantiza las condiciones mínimas para el desarrollo del capital foráneo.

Las acusaciones van y vienen desde la primera potencia del mundo. La última palabra la tiene el presidente Barack Obama, pero su silencio se mantiene. Mientras tanto el país se prepara “para enfrentar cualquier amenaza”, según comentó el vicepresidente Elías Jaua.

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