Cómo mejorar la calidad de vida de los merideños (I)

- El transporte público: una verdadera locura -



**** Múltiples problemas enfrentan diariamente los habitantes del municipio Libertador de Mérida que representan una disminución progresiva de la calidad de vida.



Gerardo Rodríguez
Fotos: Benjamín López

La publicación del presente trabajo se realizará en tres entregas, en las cuales se analizarán algunos de los escollos con los que conviven los merideños, esto es: el transporte, salud y la seguridad. Hoy se presenta lo concerniente al transporte público.

La otrora Ciudad de Los Caballeros, la Mérida Serrana acumula en su seno un sinfín de problemas, que diariamente deben enfrentar los residentes de una de las mejores ciudades de Venezuela, los cuales en gran medida representan para los ciudadanos una merma en su calidad de vida, sin embargo, es posible cambiar el panorama, aquí sugerimos qué hacer para revertir esta situación.



El clima ha cambiado en todo el mundo de acuerdo a reportes emanados de los organismos competentes. El frio ya no está presente como antes; hoy de manera esporádica observamos algunas nubes y el calor se hace dueño de nuestra vida. Las largas colas que se observan en algunas paradas de transporte público como por ejemplo las ubicadas a lo largo del Viaducto Campo Elías, son preocupantes. Mujeres, hombres y niños bajo un espectacular sol esperan la llegada del carro.

Cuando por fin llega la buseta o el autobús, luego de esperar entre 30 a 60 minutos, muchos de los usuarios deben ir de pie, poniendo en grave riesgo sus vidas. ¿Y si llueve? Pues la situación es exactamente igual: las paradas no disponen de un techo para que la gente se proteja del sol o la lluvia.

Los organismos competentes, bien sea la Gobernación del estado o la Alcaldía del municipio Libertador debería colocar techos y controlar que las unidades de transporte público de las distintas líneas laboren de manera ininterrumpida a fin de evitar que las personas pasen hasta una hora esperando un autobús.


Igualmente, la Policía Vial o Tránsito Terrestre debe controlar que en las unidades de transporte público no se traslade personas paradas y menos “guindando” de la puerta.

Estrechamente ligado al problema del transporte son las colas de vehículos que se generan en las distintas calles y avenidas de la ciudad, por ello se deben pensar en tomar medidas como la aplicación del día de parada o cualquier otro procedimiento, que permita una mayor fluidez vehicular.

El buen trato entre prestadores del servicio y los usuarios es fundamental para que la “pesadilla” del transporte sea más llevadera, pareciera que el respeto y la consideración se fueron de vacaciones sin retorno.

Estos aspectos, son básicos para que el merideño mejore su calidad de vida al momento de utilizar una unidad de transporte público.









Comentarios