En este terreno se prometió la construcción del estadio de beisbol.
Se espera que la construcción del liceo concluya a la brevedad.
Así luce una de las paredes de la subcomisaría policial.
Judith Vega
Fotos: Benjamín López
**** Que los sueños se hagan realidad dice la comunidad ansía la culminación del estadio de beisbol y el liceo, pero la indiferencia llegó hasta la subcomisaría policial cuyas paredes muestran el paso de los años y el abandono.
Los vecinos de la comunidad de Zea solicitaron resguardar sus identidades, sin embargo no es necesario que indiquen sus nombres y apellidos para observar el estado de abandono en que se encuentran algunas edificaciones o el incumplimiento de las promesas gubernamentales para la construcción de obras que beneficien a la población.
En tal sentido, los vecinos de la parroquia Caño El Tigre, le preguntan al gobernador Marcos Díaz Orellana, qué ha pasado con las ofertas que realizó en su campaña, época en la que ofreció construir algunas obras y culminar otras.
Afirman los integrantes de la comunidad que ha pasado un año de la gestión gubernamental y en ese tiempo no le han visto la cara al Gobernador, quien en su etapa como candidato a la Gobernación de Mérida, solía pasear por el municipio.
Los más jóvenes, aún estudiantes de educación media, igualmente hacen llegar sus quejas y le preguntan, qué pasó con la conclusión de los módulos o aulas de clase de la extensión del Liceo Doctor José Ramón Vegas; expresan que tienen más de dos años sin el terminal de transporte público y que la calle que conduce de la carretera nacional al liceo y el urbanismo del sector, no ha sido asfaltada. Por otra parte, manifiestan que “seguimos recibiendo clase en la cancha deportiva”.
“La promesa de construir el estadio de béisbol menor se ha quedado en el aire y ojalá que no desaparezca en el olvido”, hasta el momento la obra está inconclusa, la cual ayudaría a que los jóvenes de Caño El Tigre salgan del ocio y que los fines de semana al concluir las clases tengan un espacio para la práctica de deportes, dijo una señora.
Otra de las estructuras que requiere un cariño gubernamental es la sede de la sub comisaría policial número 11, la cual se encuentra pésimo estado, debido a las grietas que presentan sus paredes. La comunidad teme en que cualquier momento se venga abajo y pueda ocasionar daños irreparables a algunas familias con la pérdida de algún ser querido.
Uno de los aspectos más preocupantes para los moradores es el referente a la salud, puesto que el Ambulatorio Rural número 2 “Doctor Alberto Adriani”, desde hace más de seis años fueron paralizados los trabajos de remodelación. “Queremos que las autoridades entiendan que el ambulatorio es prioridad para nosotros, con la conclusión de esta obra el ambulatorio se transformaría en un Hospital 1 del municipio Zea”, puntualizó un vecino.
Comentarios
Publicar un comentario
MÉRIDA DIGITAL NO SE HACE RESPONSABLE DE LAS OPINIONES EMITIDAS POR LOS USUARIOS