Gustavo Dudamel y la Sinfónica Simón Bolívar marcaron el inicio de la navidad en Mérida




Gustavo Dudamel Dirigiendo el Concierto 


En el Estadio Metropolitano de Mérida se hizo presente esta gran multitud para presenciar a Dudamel

Noticias 24

En su primer concierto pautado en gira nacional para la ciudad de Mérida, la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar dirigida por Gustavo Dudamel, fue recibida en el estadio Metropolitano por una frenética asistencia de 20 mil personas, en un hecho que marco el inicio de la navidad merideña.


No fue necesario esperar un fin de semana o algún día libre, para que desde las colinas y páramos del estado Mérida sus habitantes se desplazaran a la capital, al encuentro con los músicos de El Sistema. El pasado martes 15 de diciembre, a las ocho y media de la noche, el Metropolitano concedió un poco mas de la mitad de sus 42.000 localidades a un ansioso público de este fenómeno Musical que ha invadido cada rincón del país.


Una vez más y en concordancia con lo ocurrido en Barquisimeto, como parte de la esencia de esta gira, Gustavo Dudamel tomó en primera instancia la batuta de la Sinfónica Juvenil de Mérida, integrada por niños y jóvenes de distintas edades, quines interpretaron el último movimiento de la Cuarta Sinfonía de Tchaikovsky, Barlovento y Temas Merideños con arreglos de Jesús Pérez.


Aunque el frió habitual de esta región se hizo presente, y la bruma comenzaba a colarse entre los presentes, la Sinfónica Simón Bolívar, calentó la escena con la Obertura Rienzi, Francesca da Rimmi y el Concierto para chelo de Dvorak con la solista Alisa Weilerstein.


La Obertura 1812, parte habitual del repertorio de la gira, culminó con vítores y fuegos artificiales que conmovieron a mas de uno. Minutos más tarde, entre el polvorín de las ráfagas de pólvora sonó el Mambo de Pérez Prado, con el mismo efecto contagioso y bailable ya experimentado en otras arenas.

Para sorpresa de los merideños, el Alma Llanera, parecía cerrar el espectáculo sinfónico, pero aún con el tricolor a viva voz, Gustavo Dudamel, se giró hacia sus seguidores dirigiendo a la masa, y a una orquesta que pasó rápidamente a los acordes del Mambo Bernstein, moviéndose entre sí y contagiando a las 17.600 personas de la tribuna este del estadio, mas otras 3.000 repartidas en patio de tarima, y otras zonas del metropolitano.

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