El programa de actualización de los docentes cumplió 20 años forjando nuevas formas de enseñanza


El equipo del PAD y los facilitadores en pleno encuentro

El profesor José Romero Carrillo ha impulsado los cambios en el PAD desde el 2004

Profesora Patricia Rosenzweig, vicerrectora académica de la ULA

Danilo Figueroa/Prensa ULA
Fotografía: Ramón Pico

Para la comunidad de la Universidad de Los Andes, no queda la menor duda de que el Programa de Actualización de los Docentes (PAD), tuvo un crecimiento abrumador y necesario, desde inicios de la gestión del profesor Humberto Ruiz Calderón, como vicerrector académico, en el año 2004.


Con motivo de estar cumpliendo 20 años de labores, el PAD propició el reencuentro de muchos de aquellos que colaboraron y han participado activamente en la formación de formadores de nuestra distinguida Alma Mater.

Le correspondió a la actual vicerrectora académica, Patricia Rosenweig, timonear la celebración de una programación destinada a evaluar y reflexionar sobre la formación del docente universitario. Para estos efectos, el profesor Pedro Rivas ofreció una conferencia de apertura, en la que detalló el cambio de actitud y formas de proyectar el conocimiento, dentro del aula, por parte de los docentes. Rivas es el editor de la prestigiosa publicación nacional Educere.

“La docencia no es un acto espontáneo, ni proveniente de la intuición. Es un acto de formación. De preparación seria, rigurosa, profundamente compleja y llena de interrogantes en el decurso de su permanente renovación”.

Al activar el ejercicio de la docencia universitaria, no basta con ser un joven profesional cargado de conocimientos y experiencia en sus saberes. Es importarte ayudarle a construir el marco conceptual, teórico y metodológico para que ese saber, pueda ser transferido y significado por otros.

De esta construcción se encarga el PAD, dependencia universitaria en constante transformación que se adecúa a las novedades de interrelación docente –alumno y a las nuevas tecnologías comunicacionales.

Datos para el asombro

Le correspondió al profesor José Romero Carrillo asumir, el 14 de septiembre del año 2004, la dirección del PAD y pulsar su evolución. Refirió que si se hubiese dejado al PAD con su curso natural, simplemente ya hubiera desaparecido. En los 14 años anteriores se dictaba únicamente un módulo (Microenseñanza), de todo lo que constituía el curso de formación, acordado por el Consejo Universitario en julio de 1989.

Solo existía una docente facilitadora (la profesora Nancy Pestana), que dedicaba medio tiempo a esa labor, para formar a 6 profesores dos veces al mes, y cuando las circunstancias lo permitían.

“En esos 14 años que encontramos, sólo se formó a 36 docentes de una planta profesoral que promedió los 3 mil 800 en toda esa etapa. Hicimos un diagnóstico situacional, asumimos todas las ideas pretendidas con el programa, aplicamos propuestas para mejorarlo y ejecutamos”.

Desde el año 2005, cuando se inició con el primer grupo piloto, hasta el año 2008, se logró acreditar a más de 500 profesores. Esta cifra corresponde solamente al Componente Docente Básico de Fundamentos de la Educación en la modalidad presencial. En la modalidad presencial, la cifra llega a cerca de 250 profesores adicionales. Falta sumar los números del resto de componentes generados a raíz de las necesidades planteadas por las diferentes facultades, que requerían la formación de sus profesores para integrarlos a comisiones curriculares, servicios comunitarios y gerencia universitaria.

Educadores, humanistas especialistas, innovadores, visionarios, misioneros, emprendedores, son los soldados de este equipo que lograron forjar un componente de formación con el aditivo de que la acreditación se hacia por parte del Consejo de Estudios de Postgrado de la Universidad de Los Andes.

“Pudimos realizar estos cursos con un eje transversal de desarrollo humano, con la intención de poder transformarlos en especialidad o maestría para el futuro. De modo que pudiera servir al docente en los requisitos para iniciar una especialidad de formador de formadores, o una maestría de formación docente”, dijo Romero.

Más celebración

A la conferencia de apertura y al foro sobre experiencias y futuro del PAD (realizados en el Auditorio A de la Faces), se adicionó la inauguración de la Galería de Directores, actividad realizada en la sede, sirvió para abundar en la reseña histórica del PAD y en la presentación de la colección del material didáctico.

Este encuentro de celebración realizado entre los días 18,19 y 20 noviembre, sellaron los 20 años de labor, con la entrega de reconocimientos y certificados efectuados en el auditorio A de la Facultad de Medicina.

El actual coordinador del PAD, profesor Hernán Galindo, dijo que hace 20
Años, con la aparición de este dependencia, se inició el desvanecimiento del
prejuicio de que la docencia era una actividad de segunda categoría.

“El docente debió convencerse de que además de saber su materia, debía
también saber enseñarla”.

Por su parte la vicerrectora académica, Patricia Rosenzweig, dijo que la razón de ser de una universidad, se encuentra en la formación de las nuevas generaciones de profesionales capaces de coadyuvar en el progreso económico de una nación y de la resolución de los múltiples y complejos problemas que confronta la sociedad moderna.

“En este sentido, la labor docente, entendida como multiplicadora y creadora de
conocimientos útiles para una disciplina científica, ha de ser crucial para
mejorar la forma de cómo los profesores imparten dicho conocimiento. Esto lo
hemos entendido en el PAD, razón para agradecer a cada uno de sus
integrantes y ex directores”.



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