Cuba corresponde a la oferta de Obama y acepta reanudar el diálogo sobre inmigración




elmundo.es

Ambos países dan un paso más en el proceso de deshielo tras casi 50 años
'Debemos cooperar en áreas mutuamente beneficiosas', opina Washington


La promesa electoral de Barack Obama de tender la mano a los países que han mantenido una relación hostil con EEUU no parece haber dado resultados positivos en Corea del Norte, pero sí en Cuba. Las autoridades de la isla caribeña han mostrado su conformidad con la reanudación del diálogo sobre inmigración que fue cancelado en 2004, así como sobre el establecimiento de un servicio de correo directo entre ambos países, interrumpido hace décadas.

La decisión de La Habana ha llegado a Washington a través de sendas notas diplomáticas en respuesta a la oferta realizada a principios de este mes por la Administración Obama. Además de los dos ámbitos citados, el Gobierno cubano también se muestra dispuesto a cooperar en cuestiones de lucha antiterrorista, narcotráfico y prevención de desastres naturales.

La noticia representa un paso más en el proceso de deshielo entre ambos países, que rompieron sus relaciones diplomáticas en 1961. Desde su investidura, Obama ha realizado diversos guiños a La Habana, el más destacado de ellos el levantamiento de las restricciones a los cubano-americanos a viajar a la isla y a enviar remesas a sus familiares.

Intereses comunes
"Nuestro objetivo siempre ha sido una migración segura y ordenada de Cuba. Está en nuestro interés reanudar estas conversaciones", declaró a Reuters un responsable del Gobierno de EEUU, que calificó de "positivo" el tono de las notas diplomáticas. "La idea es identificar las áreas de cooperación que son mutuamente beneficiosas".

Washington teme que si se deteriora la situación económica en la isla, se pueda producir un nuevo éxodo masivo de cubanos en dirección a Miami, tal como ya sucedió en 1980 y 1994. Para evitar este tipo de crisis, ambos países firmaron un acuerdo en 1995 según el cual EEUU se comprometía a repatriar a los inmigrantes interceptados en el mar, y Cuba, a evitar la emigración ilegal.

Además, EEUU debía otorgar 20.000 visados cada año para fomentar una migración legal y ordenada. Sin embargo, Washington decidió poner fin a la cooperación en enero de 2004 alegando que el régimen castrista no siempre concedía un permiso de salida los cubanos seleccionados para recibir el visado, además del trato que recibían los cubanos repatriados.

Aunque la apertura de negociaciones sobre inmigración y servicio postal —para las que no existe aún una fecha concreta— supone un paso importante en las relaciones entre ambos países, el camino hacia la normalización diplomática será largo y deberá afrontar enormes obstáculos.

Cumbre de la OEA
La dificultad en dejar atrás más de cuatro décadas de conflicto se pondrá probablemente de manifiesto en la cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebrá el martes en Honduras, y en la que participará la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.

El principal asunto en el orden del día de la conferencia es la readmisión de Cuba como miembro de pleno derecho de la OEA. Su membresía fue suspendida en 1962 a causa de su alineación con "el bloque comunista", una circunstancia que en estos momentos resulta totalmente obsoleta.

La mayoría de países del continente se muestra favorable a invitar a Cuba a formar parte de nuevo de la OEA. Sin embargo, EEUU se opone hasta que Cuba no acepte los principios democráticos de la Carta de la organización. Sin esta condición, Clinton dijo que no llega a ver "cómo Cuba puede ser parte de la OEA".

Otro de los obstáculos a una mejora de las relaciones entre ambos países es la fuerza del 'lobby' anticastrista en el Congreso de EEUU. Varios congresistas republicanos de Florida mostraron su disgusto al conocer la invitación de la Administración Obama de reabrir conversaciones con Cuba y calificaron el movimiento como "una concesión unilateral a la dictadura".

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