Barcelona toma la ciudad para recibir a sus ídolos



MERIDIANO DEPORTES.COM

Decenas de miles de barceloneses han tomado la capital catalana desde primera hora de esta tarde para recibir al Barça del triplete, el equipo que ayer se coronó en Roma campeón de la Copa de Europa, cerrando una temporada histórica en la que también ha sumado los títulos de Liga y Copa

La plantilla azulgrana, que aterrizó en el aeropuerto de El Prat a media tarde, ha recorrido las calles de la ciudad en un autobús descapotable, en cuyo piso inferior iba cómoda y confortablemente instalada la ansiada Copa de Europa.

Flanqueado por numerosas unidades de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, ha arrancado una caravana interminable que terminará su trayecto en el Camp Nou, donde está noche está programada una fiesta con los aficionados para celebrar los tres títulos conseguidos esta campaña.

Un reguero de personas han flanqueado las principales arterias de la ciudad, desde el puerto de Barcelona, donde la rúa ha iniciado el recorrido, hasta las inmediaciones del estadio, que casi registraba el lleno horas antes de que llegara el equipo.

Banderas colgadas de los balcones, miles de personas, con bufandas y otros distintivos azulgranas, apostadas en las aceras, han jaleado a los jugadores del Barça al paso de la caravana, que ha empezado en la plaza de las Drassanes y ha pasado por el paseo de Colón, vía Laietana, las calles Pelayo y Fontanella, la ronda Universidad, y que todavía tiene que atravesar las calles Aribau, Urgell y Córcega, la avenida Sarria y la travessera de les Corts, ante de llegar al Camp Nou.

Vestidos con una camiseta azul en la que podía leerse 'Copa, Liga y Champions', los jugadores del Barcelona se lo han pasado en grande encima del descapotable. Como siempre, Piqué ha ejercido de animador de la fiesta, arengando a los aficionados a entonar sus cánticos y rociando con cerveza y cava a todos sus compañeros.

Otro de los que disfrutaba como un niño era Dani Alves, ataviado con la clásica barretina catalana, no paraba de saludar a diestro y siniestro, abrazarse con todos y regalar su sonrisa a los más pequeños.

Algunos, como Pinto preferían grabarlo los mejores momentos en vídeo. Otro, como Iniesta, han dejado a un lado su timidez habitual para darse un merecido baño de masas. Valdés se abrazaba al joven Muniesa, que no podía creerse lo que estaba viendo y Eto'o disfrutaba de lo lindo junto a Henry, mientras que Messi lucía divertido un gorro de la Guardia Urbana que le había pedido prestado a uno de los agentes.

En medio de toda esta locura, Guardiola, se mantenía, con una sonrisa en los labios, en un discreto segundo plano, siempre a lado de su inseparable Manel Estiarte, mojado de arriba a bajo por culpa de alguno de los líquidos alcohólicos que Piqué no paraba de verter encima de todo el que se cruzaba en su camino.

En algunos tramos del recorrido, los aficionados incluso lograron romper el cordón policial para correr al lado del autocar mientras intentaban mantener fugaces y emotivas conversaciones con los jugadores.

Los más osados han trepado a las farolas se han subido a los tejados de los edificios o se han encaramado a monumentos como el de Colón para tener una visión única del espectáculo. Gritos de 'Visca el Barça i Visca Catalunya' o 'Campeones, campeones' no han parado de resonar durante todo el recorrido de una caravana a la que aún le queda al menos una hora de trayecto para alcanzar su destino. En el Camp Nou, continuará la fiesta.

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