Los golpes de la crisis









Las economías centroamericanas, muy dependientes del comercio con EEUU, comenzaron a sufrir los impactos de la crisis financiera, al desacelerarse las exportaciones, el turismo y las remesas familiares


Las economías centroamericanas, muy dependientes del comercio con EEUU, comenzaron a sufrir los impactos de la crisis financiera, al desacelerarse las exportaciones, el turismo y las remesas familiares.
El istmo vivió durante la presente década su época dorada económica, en casi medio siglo, pero ahora se encamina a un escenario incierto.
La única buena noticia es que –salvo nuevos imprevistos– está menguando la amenaza inflacionaria, luego de que en casi todo el istmo la tasa alcanzara dos dígitos en 2008, superior a la de Sudamérica (excepto Venezuela).
Las ventas al exterior de Costa Rica, principal exportador centroamericano, crecieron apenas 1,4% en 2008, lo que provocó que casi se duplicara el déficit comercial (5.500 millones de dólares). El Salvador también tuvo un déficit cercano a 5.000 millones de dólares.
La desaceleración de las ventas llevó a los exportadores costarricenses a pedir "flexibilización laboral", mientras que los empresarios hondureños desafiaron judicialmente un aumento salarial decretado por el gobierno.
"Creo que es hora de tomar acciones, porque las exportaciones hoy están sufriendo demasiado por la crisis", dijo Sergio Navas, vicepresidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica.
Mientras se desaceleran sectores claves, la liquidez del sistema financiero local se ve también amenazada por la reducción de inversión extranjera y créditos a la región (se estima que caerá en 23% en Costa Rica).
También se están desacelerando las remesas familiares, componente crucial de la economía y el consumo en Guatemala y El Salvador, donde aportan una quinta parte de su producto interno bruto. Los salvadoreños recibieron 3.788 millones de dólares en remesas en 2008, apenas 2,5% más que en 2007, según el Banco Central de Reserva.
En Guatemala, las remesas crecieron 4,5% en 2008 (4.314 millones de dólares, según el Banco de Guatemala), pero el aumento de los últimos meses del año fue casi nulo.
Nicaragua, donde las remesas no tienen tanto impacto, enfrenta una amenaza adicional a sus finanzas: el recorte de ayuda extranjera por el cuestionamiento a los recientes comicios municipales.
Por esta razón, el presidente Daniel Ortega busca recomponer relaciones con la comunidad cooperante e impuso un plan de austeridad en el sector público, anunciado esta semana por el ministro de Hacienda, Alberto Guevara.
La economía costarricense está perdiendo dinamismo, lo que ha llevado al país a pedir créditos por 1.000 millones de dólares en organismos internacionales para encarar la falta de liquidez e inversión privada.
La afluencia de turistas cayó en Costa Rica en el segundo semestre de 2008 (22.000 visitantes menos que en igual período de 2007), y este dinámico sector sufrió este año otro golpe con el terremoto que tuvo epicentro en la turística zona del volcán Poás.
Panamá, con economía dolarizada igual que El Salvador, tampoco escapa a los efectos de la crisis sobre el comercio mundial y anticipa en 2009 una caída en los ingresos del Canal interoceánico, debido a "una contracción de la carga".
"Hay que darle seguimiento muy de cerca" a la crisis, pues "uno no sabe finalmente cuánto puede afectar", dijo recientemente el administrador del Canal de Panamá, Alberto Alemán Zubieta.
Honduras, que cerró 2008 con la inflación más alta de la década (11,4%), enfrenta inquietud laboral luego de que este mes los empresarios impugnaran judicialmente un decreto del presidente Manuel Zelaya que aumentó el salario mínimo a unos 290 dólares.
Junto a El Salvador y Panamá, Honduras tiene elecciones presidenciales este año, las que a diferencia de las anteriores, se harán en tiempo de vacas flacas. (Tomada de: Talcualdigital.com)

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