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Indignación y dolor. Entre esas emociones se debatieron los ánimos, este martes, en la máxima casa de estudios del Zulia, luego de que una estudiante muriera arrollada por el conductor de una camioneta.
Tragedias de este tipo habían sido advertidas por la comunidad universitaria. Este hecho que enluta a La Universidad del Zulia (LUZ) se registró cuando María Ángela Rodríguez González intentaba cruzar la carretera ubicada debajo de la pasarela Doctor José Antonio Borjas Sánchez, en las adyacencias de la facultad de Humanidades, del sector Maicaíto, al oeste de Maracaibo.
A las 11:15 de la mañana, María Ángela, de 20 años, atravesaba la prolongación de la circunvalación 2 y fue impactada por una Grand Blazer, dorada, signada con las placas SAE-26B que conducía Daniel Rodolfo Cedeño Rivera, de unos 20 años.
El conductor de la camioneta intentó evadir la responsabilidad y se fue del lugar.
Segundos después del hecho, una oleada de estudiantes consternados se desplegó en la autopista y protestó.
Llenos de ira repetían los llamados que previamente habían realizado ante las autoridades.
“Tuvieron que esperar la muerte de un estudiante de la principal casa de
estudios superiores del Zulia para darse cuenta de la magnitud del peligro a los
que estamos expuestos en este sector”, era el reclamo común.
Los estudiantes ejercieron presión y pidieron la captura inmediata del responsable del accidente.
Los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que prestan servicios de vigilancia en el alma mater fueron alertados la novedad e iniciaron una persecución.
Cedeño fue detenido, minutos después, en las adyacencias de la plaza de
toros. En el sitio del suceso un grupo de personas intentó lincharlo, pero huyó.
Al momento de la detención, Cedeño no opuso resistencia y fue trasladado hasta
la comandancia de ese organismo policial, en San Francisco.
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“Fue tan fuerte el golpe, que la arrastró unos 20
metros, aproximadamente, por las marcas de los cauchos que quedó marcada en la
carretera”, indicaron voceros de la PNB.
Las pertenencias de María Ángela quedaron tiradas en la carretera.
Al lugar, se presentaron los familiares de la joven estudiante, quienes al ver el cuerpo rompieron en llanto y lamentaron su muerte.
Compañeras de clases se acercaron y dijeron a la prensa que los arrollamientos están a la orden del día en las cercanías de la pasarela.
“El viernes pasado arrollaron a una muchacha y los estudiantes obligaron al conductor a llevarla a un hospital; le fracturó el brazo”, relató Juana Pérez, estudiante de Trabajo Social.
El decano de la facultad de Economía, Iván Cañizales, pidió a las autoridades presencia policial en la estructura, para que los jóvenes no atraviesen por debajo. También suspendieron las clases por dos días de duelo.
La pasarela más que una estructura de paso peatonal lo que significa para los
estudiantes es un lugar donde el delito está latente. La falta de iluminación y
los robos es lo que tiene que ofrecer esta obra.
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“La muchacha era estudiante del cuarto semestre de
Contaduría Pública y ya había terminado sus clases, por lo que se disponía a
regresar a su casa en el barrio Teotiste de Gallegos. En cuestión de segundos
perdió la vida en un hecho tan lamentable que, sin duda, toda la comunidad
universitaria rechaza”, declaró Joi Pardo, presidente del centro de Estudiantes
de la Facultad de Economía.
El pasado viernes, PANORAMA publicó un trabajo sobre
los 23 meses que tiene subutilizada la pasarela. Estudiantes hablaron del riesgo
que representa cruzar la prolongación de la C-2 y pidieron el rescate de la
estructura.
Indignación y dolor. Entre esas emociones se debatieron los ánimos, este martes, en la máxima casa de estudios del Zulia, luego de que una estudiante muriera arrollada por el conductor de una camioneta.
Tragedias de este tipo habían sido advertidas por la comunidad universitaria. Este hecho que enluta a La Universidad del Zulia (LUZ) se registró cuando María Ángela Rodríguez González intentaba cruzar la carretera ubicada debajo de la pasarela Doctor José Antonio Borjas Sánchez, en las adyacencias de la facultad de Humanidades, del sector Maicaíto, al oeste de Maracaibo.
A las 11:15 de la mañana, María Ángela, de 20 años, atravesaba la prolongación de la circunvalación 2 y fue impactada por una Grand Blazer, dorada, signada con las placas SAE-26B que conducía Daniel Rodolfo Cedeño Rivera, de unos 20 años.
El conductor de la camioneta intentó evadir la responsabilidad y se fue del lugar.
Segundos después del hecho, una oleada de estudiantes consternados se desplegó en la autopista y protestó.
Llenos de ira repetían los llamados que previamente habían realizado ante las autoridades.
Los estudiantes ejercieron presión y pidieron la captura inmediata del responsable del accidente.
Los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que prestan servicios de vigilancia en el alma mater fueron alertados la novedad e iniciaron una persecución.
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Las pertenencias de María Ángela quedaron tiradas en la carretera.
Al lugar, se presentaron los familiares de la joven estudiante, quienes al ver el cuerpo rompieron en llanto y lamentaron su muerte.
Compañeras de clases se acercaron y dijeron a la prensa que los arrollamientos están a la orden del día en las cercanías de la pasarela.
“El viernes pasado arrollaron a una muchacha y los estudiantes obligaron al conductor a llevarla a un hospital; le fracturó el brazo”, relató Juana Pérez, estudiante de Trabajo Social.
El decano de la facultad de Economía, Iván Cañizales, pidió a las autoridades presencia policial en la estructura, para que los jóvenes no atraviesen por debajo. También suspendieron las clases por dos días de duelo.
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