A continuación un enfoque del diario estadounidense El Nuevo
Herald que trata las acciones del gobierno venezolano para
demostrar que ha “combatido” la
delincuencia, sobre todo ante las cuñas de la
oposición que hacen crítica a este problema de interés común.
Un joven recién graduado se aleja de su casa en
un barrio humilde de Venezuela y frente a los ojos de su madre es batido por
delincuentes para robarle el celular. Es una cuña a favor del candidato de la
posición Henrique Capriles que no muestra sangre; homicidas, o a la víctima caer
por efecto de las balas, pero que las autoridades de todos modos
prohibieron.
Y es que el alto índice delictivo en Venezuela se
ha convertido en uno de los temas más vulnerables para el gobierno de Hugo
Chávez en sus esfuerzos por conseguir su tercera reelección en los comicios
presidenciales del 7 de octubre.
La inseguridad personal es el mayor tema de
preocupación de los venezolanos, quienes son víctimas de unas de las más
elevadas tasas de homicidios del planeta, y ante la incapacidad de su gobierno
de conseguirle una solución, el gobierno ha optado solo por una opción:
ocultarlo.
“Ellos quieren tapar una realidad”, dijo Freddy
Guevara, integrante de la dirección nacional del partido opositor Voluntad
Popular, organización que elaboró la cuña a favor de Capriles.
“Están buscando, han generado una campaña interna
para tratar de convencer a la gente de que se acostumbre a eso. El oficialismo,
en su dirigencia media y de base, no niega el problema de la inseguridad, pero
todos te dicen lo mismo: eso no va a cambiar y nadie lo va a cambiar”.
Pero la gravedad del problema sí está cambiando,
añadió Juan Guaido, diputado del mismo partido.
“Estadísticamente está comprobado que en estos
últimos 14 años, cada año ha sido más violento que el otro”, expresó Guaido. “Ya
van más de 150,000 muertos en los últimos en los últimos 14 años”.
Es un crecimiento que ha sido explosivo en los
últimos años y que en este momento abarca los 54 asesinatos diarios, ritmo que
se traduce a una tasa de más de 67 homicidios por cada 100,000 habitantes,
proporción dos veces y media más alta que la de Brasil, y más de tres veces la
de México, según datos del Observatorio Venezolano de la Violencia.
Además del homicidio, crímenes como el secuestro
y el robo a mano armada también han estado en aumento, al tiempo que unas
480,000 personas han sido lesionadas durante un delito con violencia, según el
observatorio.
Pese a los esfuerzos gubernamentales, la
peligrosidad de las calles no pasa inadvertida en las mentes de los venezolanos.
La mayoría de los sondeos de opinión realizados en el país colocan a la
inseguridad personal como el tema de mayor preocupación para ellos.
Un estudio publicado recientemente por la
encuestadora estadounidense Gallup aseguró que dos de cada tres venezolanos
conviven con el miedo y evitan salir de noche bajo el temor de ser robados,
secuestrados, o de perder la vida, percepción que es la más alta en toda América
Latina y la tercera mayor del planeta, siendo superada solo por Chad y
Afganistán, países que atraviesan por una turbulenta era de violencia
política.
Es un escenario que trató de ilustrar en 30
segundos el comercial de televisión elaborado a favor de Capriles por Voluntad
Popular.
Guevara explicó que la cuña buscaba traducir las
frías cifras estadísticas en un breve mensaje sobre cómo la violencia que se ha
apoderado del país está impactando a de decenas de miles de familias todos los
años.
“Queríamos demostrar que la violencia no es un
asunto de cifras, que esos números no reflejan cabezas de ganado, que no se
trata de números estadísticos, sino que estamos hablando de familias venezolanas
que en una desmesurada proporción están siendo víctimas de esta gran tragedia
nacional”, expresó Guevara.
“Pero se asustaron, la mandaron a quitar”,
expresó.
La orden de retirar el comercial provino del
Consejo Nacional Electoral (CNE). El organismo argumentó que violaba las normas
electorales del país, al hacer uso de menores de edad, emplear colores de otras
organizaciones políticas y de atentar contra la salud mental de los
venezolanos.
Guevara comentó que las dos primeras
observaciones fueron difíciles de entender por su organización, primero porque
el presunto menor se trataba de un actor de 28 años y porque el segundo
argumento calificaba como “color” el uso de una canción que efectivamente
provenía de la campaña de Chávez.
Sobre el tercer punto, Guevara dijo que el
mensaje transmitido es mucho menos perjudicial para la salud de los venezolanos
que la realidad que estos enfrentan cuando salen a la calle.
“Lo que verdaderamente atenta contra la salud es
tener a un gobierno que, al no ejercer una verdadera voluntad política para
combatir el problema, no permite a los venezolanos salir de las puertas de sus
casas con la certeza de que van a regresar vivos. Eso sí atenta realmente contra
la Salud”, sostuvo.
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