Incendios forestales causan evacuaciones masivas en España

Vecinos afectados por los incendios aguardan ser evacuados (AP)


EL UNIVERSAL 

La organización ecologista WWF España calculó que más del 65% de los incendios considerados importantes, es decir de más de 500 hectáreas, arrasaron este año zonas protegidas.

La Gomera, España. - Los bomberos españoles seguían luchando el lunes contra el fuego en la isla de La Gomera, en el archipiélago de las Canarias, donde miles de personas fueron evacuadas la víspera, mientras otro incendio causaba la muerte de dos bomberos en el sudeste del país.

Tras los fuegos forestales que el fin de semana devastaron miles de hectáreas en todo el país, las llamas continuaban avanzando en la pequeña isla de La Gomera, en el Atlántico, donde arrasaron una parte del parque natural de Garajonay, santuario de especies vegetales declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, informó AFP.

El domingo por la noche, unos 3.000 habitantes de una región accidentada del suroeste de la isla fueron evacuados de pueblos invadidos por el humo.

Por turnos y en barcos, el único medio para poder abandonar la zona costera, unas 900 personas pudieron alcanzar San Sebastián de la Gomera, la principal localidad de la isla.

El lunes fue el turno de evacuar el pueblo de Vallehermoso, en el norte de La Gomera.

"El fuego se introdujo en el barranco de Valle Gran Rey, que se encuentra en la parte superior", explicó el alcalde de San Sebastián, Angel Luis Castilla, localizado por teléfono. Precisó que 300 personas estaban siendo evacuadas.

"Todo el mundo recogió sus cosas. La Guardia Civil vino, nos dijo de partir hacia San Sebastián, por precaución. Todo el pueblo parte, en coche, en taxi o en bus", testimonia María González, de 43 años, que reside en la isla vecina de Tenerife.

María vino con su hija a pasar las vacaciones en casa de su madre y las tres abandonaban el pueblo en coche. "La gente está muy nerviosa, tienen miedo, el humo se aproxima", añadió.

En medio de un calor aplastante, desde el pueblo se veían espesas columnas de humo en las montañas de la parte central de la isla, donde se encuentra el parque de Garajonay.

La lucha contra el fuego era particularmente complicada en las zonas de barrancos que bordean el parque, donde el humo se metía entre los relieves como si fueran chimeneas.

Algo más al sur, el pueblo de Chipude, vacío de sus habitantes, estaba inmerso en el humo. En sus alrededores, sobre el suelo ennegrecido, quedaban árboles y plantas calcinadas.

De las cerca de 3.700 hectáreas de vegetación que ardieron en la isla desde el 4 de agosto, 800 corresponden al interior del parque, una joya natural que alberga un conjunto botánico protegido, conocido bajo el nombre de "laurisilva", que recuerda los bosques subtropicales de la era terciaria.

España, afectada por una sequía sin precedentes desde hace 70 años, registra este verano (boreal) incendios devastadores y sus espacios protegidos sufren particularmente. Este fin de semana, centenares de hectáreas también ardieron en el parque natural de Cabañeros, una importante reserva de fauna y flora en el centro del país.

La organización ecologista WWF España calculó que más del 65% de los incendios considerados importantes, es decir de más de 500 hectáreas, arrasaron este año zonas protegidas.

En el sureste del país, en la región de Alicante, dos bomberos murieron desde el domingo en la lucha contra el fuego y otros dos resultaron heridos.

Las llamas que se apoderaron de una espesa zona boscosa de pinos adultos, en Torre de Maçanes, se sofocaron el lunes por la mañana, tras haber incendiado 600 hectáreas, según las autoridades locales.

Sin embargo, diez aviones y helicópteros seguían movilizados, apoyando el trabajo de los bomberos para impedir que el incendio se extendiese bajo los efectos del viento.

Varios incendios se declararon en toda España desde el viernes bajo el doble efecto de la sequía y las altas temperaturas, arrasando miles de hectáreas.

Sin contar estos últimos días, se quemaron 132.300 hectáreas de vegetación, según el ministerio de Agricultura, entre el primero de enero y el 5 de agosto: un desastre sin precedentes en los diez últimos años.

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