A dos años del Mundial, la preparación de Brasil genera dudas

Aeropuerto de Gurulhos

BBCMUNDO

Problemas de corrupción e ineficiencia aeroportuaria, entre otras cosas, hacen pensar a algunos que el país no estará a la altura de los objetivos que se propuso.

Faltan exactamente dos años para que empiece el Mundial de fútbol y Brasil aún enfrenta fuertes reticencias sobre si puede o no llevar a cabo todas las obras prometidas antes de que se dé el pitazo inicial.



A pesar de las afirmaciones de los organizadores del Mundial, según las cuales los estadios estarán listos para 2014, el retraso en el calendario de las obras ha provocado una serie de contradicciones en el discurso del gobierno federal.


En una entrevista con BBC Brasil, el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, dijo que por ahora el gobierno cree que todas las obras propuestas se entregarán en el plazo acordado.


'En la medida en que nos sea posible, encontraremos una solución', dijo el ministro. 'Algunas de las obras no fueron diseñadas específicamente para la Copa del Mundo: forman parte del plan de inversiones en infraestructura.'


'Pero nosotros no trabajamos, por ahora, con la hipótesis de que estas obras no se entregarán a tiempo', agregó.


El ministro de las Ciudades, Aguinaldo Ribeiro, dijo hace dos semanas que el gobierno trabaja con la posibilidad de retirar de la serie de responsabilidades que se habían previsto a algunas que no serían capaces de entregar a tiempo.


Según Ribeiro, por lo menos 15 de las 22 obras de movilidad urbana en cinco de las seis sedes de la Copa Confederaciones 2013, torneo que también acogerá Brasil como preludio al Mundial, no estarán listas para el evento.


'El mayor desafío siguen siendo los aeropuertos y la infraestructura de transporte urbano, ya que se ha hecho muy poco hasta ahora', le dijo Paulo Resende, coordinador de la Infraestructura y Logística en la Fundación Dom Cabral, a BBC Brasil


¿Listos para el despegue?


Una reciente investigación realizada por el Tribunal de Cuentas (TCU) indica que, para marzo de este año, el 4% de los US$3.100 millones de financiación de la Caixa Económica Federal (CEF) para las obras de infraestructura de transporte se había utilizado.


Y otra gran preocupación es la situación de los aeropuertos.En 2011, más de 179 millones de pasajeros viajaron a través de 67 aeropuertos controlados por la Empresa Brasileira de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero); 108 millones más que en 2003.


Para los expertos, las obras en aeropuerto de Guarulhos no van a estar listas en 2014.


Con una demanda creciente, las largas colas y las demoras son cada vez más frecuentes. En el aeropuerto internacional de Sao Paulo una fila de inmigración puede durar hasta dos horas.


Para Carlos Campos, un economista en el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), muchas de las mejoras anunciadas a los aeropuertos no estarán listas para el Mundial.


'De los 11 aeropuertos de las ciudades anfitrionas con las obras propuestas en las terminales de pasajeros, ocho se encuentran todavía en la fase inicial del proyecto', dijo Campos a Brasil BBC.


'Eso significa que el gobierno tendrá que construir módulos temporales, más conocidos como 'puxadinhos', para satisfacer la demanda adicional', agregó el economista.


Según el último comunicado emitido por el gobierno federal, el 5% de todas las obras -estadios, aeropuertos, puertos e infraestructura urbana- ya se han 'terminado', mientras que el 55% están 'en curso'. El resto (40%) aún permanece en fase de 'oferta' o 'proyectos de desarrollo'.


A pesar de la lentitud de las obras, el gobierno asegura que puede completar al menos el 85% de 101 proyectos, que en conjunto suman un total de US$13.000 millones en inversiones, a finales de 2013, a tiempo para la Copa Confederaciones.


Entre la corrupción y los roces con la FIFA


Para Paul Resende, de la Fundación Dom Cabral, recientes escándalos de corrupción también tienen que ver con el retraso del calendario del Mundial.


Delta Construcciones, una empresa líder en Brasil y corresponsable de la reforma del Maracaná, se declaró en bancarrota después de ser objeto de una operación de la Policía Federal por un millonario escándalo de corrupción.


'Terminaremos pagando un precio muy alto por la Copa del Mundo, porque el gobierno tendrá que alcanzar los objetivos requeridos', dijo Resende. 'Yo todavía tengo dudas sobre si este costo astronómico valdrá la pena al final.'


Además de las preguntas acerca de los grandes proyectos de infraestructura, el gobierno federal también ha tenido problemas para mantener una relación cordial con el ente rector del fútbol mundial, la FIFA.


En su última visita a Brasil, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, evitó repetir las críticas hechas al país por los retrasos en los preparativos para el Mundial, e indicó que la prioridad son los estadios.


'Lo que realmente necesitamos son los estadios', dijo Valcke. 'No podemos hacer que un país cambie por completo en cinco o seis años', agregó.

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