Ampliarán autopsia del niño de 5 años para precisar las causas de la muerte

La tumba del pequeño es visitada por vecinos y desconocidos que le llevan flores
Raúl Romero

El Nacional.com

Los problemas entre la madre de la víctima y la cuidadora habrían desatado las agresiones contra el pequeño

Las flores llegan a cuentagotas a la tumba. La lápida de cemento fue decorada recientemente por Isabel Aguilar,que se declara una desconocida del niño de 5 años de edad muerto hace 11 días debido a tratos crueles en Guanare, capital de Portuguesa. "No tuve la suerte de conocerlo en vida y eso que este pueblo es chiquito. Supe de él por las noticias y el dolor que ha provocado su asesinato. Cuando vi su tumba ­que está cercana a la de mi hijo­ solita, sin ningún detalle, le regalé una rosa".


El entierro fue discreto. Se realizó el domingo pasado a las 10:00 am, en el cementerio municipal de Guanare con menos de una docena de asistentes y en ausencia de su madre, Gelliknet González, que fue detenida dos días antes junto con otras cuatro personas por su presunta complicidad en el crimen.

La negligencia de González, de 30 años de edad, habría contribuido al triste desenlace de su único hijo varón. Encomendó a su supuesta pareja, Anney Montilla Oropeza, el cuidado total del niño. "De acuerdo con las investigaciones, entre las mujeres había una relación desde hace mucho tiempo. Se consolidó en la isla de Margarita en 2008, cuando la persona que cuidaba al niño debió abandonar el empleo porque quedó embarazada y Gelliknet, que trabajaba hasta hace unos días en un casino, tuvo que buscar a alguien para reemplazarla. Pensó en Anney, que conoció en Guanare, y se la llevó a Porlamar (capital de Nueva Esparta). Allí, aparentemente, empezaron las fuertes agresiones contra el menor de edad.

No obstante, la mamá del niño decidió enviarlo a vivir con su pareja a Guanare, mientras continuaba trabajando en la isla. Luego, comenzaron a tener problemas", reveló una fuente del Cicpc en la región.

El maltrato contra el niño se habría agudizado a mediados de año. En octubre dejó de asistir al colegio, en el cual laboraba la mamá de Anney Montilla, Valentina Oropeza, y de acuerdo con versiones de vecinos sus salidas a la calle fueron más restringidas.

"Era un niñito juguetón, intentaba montarse con la bicicleta en las paredes de las casas del sector. Pero desde hace dos meses no lo veíamos casi", recordaron vecinos.

Crueldad silenciosa.En la urbanización Los Próceres de Guanare, lugar de residencia de Anney Montilla, Valentina Oropeza y recientemente del niño, aseguran que nunca escucharon llantos o gritos que revelaran tratos crueles. "Parecían personas normales. La señora Carmencita (como llaman afectuosamente a Valentina Oropeza) sólo estaba dedicada a su trabajo y la religión, pues es evangélica. Y cuando veíamos a Anney, que conocemos desde pequeña, era con el niño y su tía Doris. Si lo torturaron, probablemente fue en otro lugar", explicaron allegados.

El grupo de amigos de Montilla, imputada por homicidio intencional del niño, era diverso. Yure Hernández Medina, enfermero con 18 años de servicio y actualmente imputado por presunta complicidad en el homicidio, se incorporó al círculo amistoso hace menos de tres años, según allegados. Era novio de una funcionaria policial ­supuestamente destituida hace una semana por consumo de estupefacientes­ que le presentó a Montilla. "Ellos rompieron, pero siguieron siendo amigos. Yure ayudaba a todo el mundo, lo llamaban de todas partes del pueblo cuando alguien se sentía mal. Hace tres meses Anney lo llamó porque el niño se rompió en la quijada cuando jugaba. Él lo suturó y se devolvió al trabajo corriendo.

No indagó porque pensó que era un golpe normal de niños", dijo Bernardo Hernández, hermano del enfermero.

La segunda y última vez que Yure Hernández, ahora detenido por su presunta complicidad en el crimen, atendió al niño fue el 1º de diciembre, según familiares. Montilla lo llamó en la mañana porque el pequeño tenía un fuerte dolor abdominal. "Él fue a verlo y llamó al médico de la clínica Este, quien le recomendó que le dieran un analgésico. Se fue de la casa de Anney, que a los minutos volvió a llamarlo porque el niño seguía mal. Entonces, Yure llamó otra vez al doctor que recomendó llevarlo al centro médico. Actuó de buena fe y lo involucraron en un delito", resaltó Hernández.

El niño falleció en la clínica Este. Estaban presentes Doris Oropeza, de 37 años de edad, Anney Montilla y Yure Hernández. Sólo Doris Oropeza se opuso a la autopsia forense, mientras el enfermero Hernández la convencía de que se trataba de un procedimiento normal y Montilla solamente lloraba, según declaraciones de testigos.

El estudio forense reveló politraumatismo generalizado, falta de piezas dentales superiores, agresión en el recto que ocasionó peritonitis y quemaduras de segundo grado en genitales y muslos, según fuentes del Cicpc. "Algunos son maltratos de larga data.Se está evaluando la posibilidad de ampliar la autopsia, pues aún se sigue investigando", explicaron funcionarios asignados al caso.

Anney Montilla fue denunciada de agresión en una oportunidad en Margarita por la madre del niño, según Rosa Quevedo, abuela de la víctima.

Valentina Oropeza dijo en declaraciones a funcionarios del Cicpcque también su hija "golpeaba como un niño chiquito". Se conoció que ninguno de los imputados salió positivo en las pruebas antidopaje y que Montilla será sometida a estudios psiquiátricos.

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