Residencias Domingo Salazar, territorio de Tupamaros quienes siembran pánico y violencia en contra de los merideños
Judith Vega
Foto: MERIDA DIGITAL
La ciudad de Mérida quedó bajo el control de los tupamaros durante la noche del sábado, quienes en vehículos y motos recorriendo calles y avenidas, exhibiendo impunemente sus armas de fuego y accionándolas cuando lo creian conveniente.
Como es usual, el sector más afectado fue la avenida Alberto Carnevali, vía La Hechicera, donde los irregulares cerraron el paso, intentaron ingresar a varios inmuebles, dispararon y amenazaron a los vecinos con "quemarlos vivos a punta de plomo".
Residentes del conjunto residencial Campo Neblina debieron resguardecerse hasta debajo de las camas, pues los señores tupamaros observaron el flash de una cámara fotográfica y dispararon hacia el quinto piso del edificio 1. La ruptura de unos vidrios ocasionó heridas a una joven, quien milagrosamente salvó su vida. La garita de vigilancia fue totalmente destruida y un humilde trabajador de vigilancia privada resultó herido con arma de fuego.
Al filo de la medianoche, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) arribaron al sitio a bordo de una tanqueta y se ubicaron en las adyacencias del Centro Comercial La Hechicera. A esa hora, los violentos se protegieron en las residencias Domingo Salazar. Hasta este momento no hay un pronunciamiento en torno a estos hechos violentos por parte de Marcos Díaz, gobernador del estado ni de Edgar Arellano, director de Seguridad Ciudadana.
Judith Vega
Foto: MERIDA DIGITAL
La ciudad de Mérida quedó bajo el control de los tupamaros durante la noche del sábado, quienes en vehículos y motos recorriendo calles y avenidas, exhibiendo impunemente sus armas de fuego y accionándolas cuando lo creian conveniente.
Como es usual, el sector más afectado fue la avenida Alberto Carnevali, vía La Hechicera, donde los irregulares cerraron el paso, intentaron ingresar a varios inmuebles, dispararon y amenazaron a los vecinos con "quemarlos vivos a punta de plomo".
Residentes del conjunto residencial Campo Neblina debieron resguardecerse hasta debajo de las camas, pues los señores tupamaros observaron el flash de una cámara fotográfica y dispararon hacia el quinto piso del edificio 1. La ruptura de unos vidrios ocasionó heridas a una joven, quien milagrosamente salvó su vida. La garita de vigilancia fue totalmente destruida y un humilde trabajador de vigilancia privada resultó herido con arma de fuego.
Al filo de la medianoche, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) arribaron al sitio a bordo de una tanqueta y se ubicaron en las adyacencias del Centro Comercial La Hechicera. A esa hora, los violentos se protegieron en las residencias Domingo Salazar. Hasta este momento no hay un pronunciamiento en torno a estos hechos violentos por parte de Marcos Díaz, gobernador del estado ni de Edgar Arellano, director de Seguridad Ciudadana.
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