Se debe mantener vigente la norma de no sesionar bajo la batuta de los violentos


Jesús Calderón, coordinador del Rectorado de la ULA

Danilo Figueroa/Prensa ULA
Fotografía: Ramón Pico

Ante los recientes hechos de violencia a la fue sometida la sede del Rectorado de la Universidad de Los Andes y su Consejo Universitario, el director de Planificación y Desarrollo (Plandes), profesor Luis Carruyo, ratificó que la violencia es el arma de los que no tienen la razón.


“La Universidad es diversidad de pensamiento, pero también está sustentada en normas y leyes que se deben respetar. El Consejo Universitario es la máxima autoridad, es el gobierno de la ULA, razón por la cual se debe mantener en alto la norma de no sesionar ni actuar bajo presión”.

Dijo que en la medida en que se acaten las normas, los procedimientos y el respeto mutuo, se podrá avanzar. Si se rompe el respeto y la capacidad de diálogo lo que se propicia es el hundimiento de la universidad.

Hay derecho

Igual preocupación mostró el profesor Jesús Calderón, coordinador del Rectorado, al rechazar cualquier actitud violenta que vaya contra los bienes y el espíritu universitario. “Todo obrero, empleado, estudiante y profesor tiene derecho a expresar sus inquietudes, por las reivindicaciones salariales y demás beneficios, esto es indiscutible”.

Calderón expresó que lo inaceptable es el accionar que puedan tener los universitarios bajo una forma distinta al diálogo. Ante la agresión a personas y bienes de la institución, las autoridades insisten en la conversación entre las partes, pero de puertas abiertas para el logro de una mejor calidad de vida para los trabajadores de la ULA.

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