Judith Vega
Un sujeto no identificado, se presentó en el mercado principal de El Vigía buscando a Enrique Castillo, a quien le manifestó ser trabajador de una empresa exportadora y le solicitó que le alquilara equipos para soldar por el lapso de dos horas, a fin de arreglar unos supuestos daños ocasionados en el aeropuerto de El Vigía.
Castillo contactó con el representante de una empresa que actualmente realiza trabajos en el mercado y dueño de los equipos de soldar, quien de manera inocente le dijo al desconocido que no le cobraría nada por el uso de la maquinaria con la condición que la maquina de soldar debía ser manipulada por un trabajador de su confianza.
El sujeto agradeció la colaboración del empresario y le manifestó que llevarían la máquina en el taxi en el que se desplazaba por la ciudad de El Vigía. Al llegar al aeropuerto, el hombre le dijo al trabajador de la empresa, que lo esperara allí mientras buscaba unos tornillos, pero ante la tardanza el trabajador se comunicó con su patrono, quien tras varias vueltas por la ciudad ubicó al conductor del taxi, quien dijo haber dejado al desconocido en la Zona Industrial, donde le esperaban otros individuos a bordo de una camioneta, en la que montaron los equipos y tomaron la ruta hacia la población de La Fría.
El empresario perdió sus equipos de soldar valorados en 12 mil bolívares fuertes.
Un sujeto no identificado, se presentó en el mercado principal de El Vigía buscando a Enrique Castillo, a quien le manifestó ser trabajador de una empresa exportadora y le solicitó que le alquilara equipos para soldar por el lapso de dos horas, a fin de arreglar unos supuestos daños ocasionados en el aeropuerto de El Vigía.
Castillo contactó con el representante de una empresa que actualmente realiza trabajos en el mercado y dueño de los equipos de soldar, quien de manera inocente le dijo al desconocido que no le cobraría nada por el uso de la maquinaria con la condición que la maquina de soldar debía ser manipulada por un trabajador de su confianza.
El sujeto agradeció la colaboración del empresario y le manifestó que llevarían la máquina en el taxi en el que se desplazaba por la ciudad de El Vigía. Al llegar al aeropuerto, el hombre le dijo al trabajador de la empresa, que lo esperara allí mientras buscaba unos tornillos, pero ante la tardanza el trabajador se comunicó con su patrono, quien tras varias vueltas por la ciudad ubicó al conductor del taxi, quien dijo haber dejado al desconocido en la Zona Industrial, donde le esperaban otros individuos a bordo de una camioneta, en la que montaron los equipos y tomaron la ruta hacia la población de La Fría.
El empresario perdió sus equipos de soldar valorados en 12 mil bolívares fuertes.
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