Convit representa el fervor, la academia, la investigación y el compromiso inquebrantable con la medicina social

El héroe de la salud pública se fue, pero dejó una huella imborrable

Jacinto Convit, un científico que entregó su vida a la medicina.

***Un servidor público en todo el sentido de la palabra, hombre brillante que colocó el nombre de Venezuela en  un lugar envidiable, partió al cosmos para desde allí guiar las manos de quienes hoy tienen la responsabilidad de atender y servirle  a los más necesitados.

El médico y científico Jacinto Convit,  denominado el “Héroe de la Salud Pública” en el año 2002, fue un especialista de renombre mundial, que hizo un importantísimo aporte en cuanto a la enfermedad de Hansen (la lepra) se refiere,  y padecimientos tropicales en los países llamados del tercer mundo, partió de este mundo con la satisfacción de haber puesto su granito de arena en la medicina.

Dennis Gómez, director Corposalud, lamentó la partida de un científico como pocos

Para Denis Gómez, Director de la Corporación de Salud del estado Mérida (Corposalud), Convit representa, el fervor, el estudio, la academia, la investigación y sobre todo el compromiso inquebrantable con la asistencia médica y social  de calidad, que le ofreció con su conocimiento a las personas más vulnerables. Un hombre identificado “con el proceso revolucionario y socialista, de una gran calidad humana, un científico como pocos; ese era él, que nunca se dejó manipular por nadie”. Destacando que Jacinto Convit se fue, pero dejó una huella imborrable.

Dijo que Convit fue un servidor público, hombre brillante que colocó el nombre de Venezuela muy en alto, que partió a otro espacio para desde allí guiar las manos de quienes tienen la responsabilidad de servir a los más vulnerables.

Recordó el médico merideño las importantes investigaciones realizadas por Convit en el Instituto de Biomedicina, que recientemente recibió su nombre, las cuales dieron como consecuencia el desarrollo de un modelo experimental para la lepra; innovó una vacuna para la prevención y cura de esta enfermedad, que sirvió de base para la inmunoterapia de la leishmaniasis.  

Reconocido por todos
También destacó que en 1988, el Gobierno nacional de Venezuela de la época lo postuló al Premio Nobel de Medicina, por su labor y trayectoria científica. Apasionado por la investigación, realizó estudios sobre las condiciones médicas en diversos lugares remotos del país como la región de los andes y más tarde con los pueblos indígenas de la selva amazónica y Delta del Orinoco.

Convit recibió centenares de condecoraciones y fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias; además de ser distinguido con la condecoración francesa Caballero de la Legión de Honor.  Dennis Gómez,  quien lamentó profundamente la partida de un hombre como pocos, trabajador incansable y prominente médico.

Gran compromiso con los pueblos
Por su parte, Manuel Valera, médico del programa de Dermatología  Sanitaria del Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes, quien compartió con Convit por aproximadamente 39 años su trabajo creador, destacó que el científico tenía un gran compromiso con los pueblos del mundo desde muy joven, con la ciencia y la investigación, porque buscaba erradicar enfermedades de la piel propagadas en los países tropicales y muy específicamente en Venezuela.

“Convit dio siempre ejemplo de amor y compromiso por la medicina y por la humanidad, logró cambiar la orientación del tratamiento de la lepra en Venezuela, erradicó el aislamiento de los pacientes que la padecían, e  introdujo el tratamiento ambulatorio y cerró las leproserías en el país”, refirió Valera.

Comentarios