Amnistía denuncia que en Venezuela es "habitual" que la policía torture

Amnistía hizo referencia al caso del joven carabobeño Juan Manuel Carrasco (Archivo)

La organización mencionó el caso del joven carabobeño Juan Manuel Carrasco, quien aseguró haber sido abusado por los efectivos de la Guardia Nacional que lo detuvieron mientras protestaba, como una demostración de los excesos en los que incurren los cuerpos de seguridad venezolano a la hora de contener manifestaciones.

El Universal.com

Pese a que el artículo 46 de la Constitución establece claramente que "ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes", la policía y la Fuerza Armada Nacional la aplican tanto para obtener confesiones o como método de castigo.

Así lo denunció la organización Amnistía Internacional, en un informe titulado "Tortura en 2014: 30 años de promesas rotas", el cual publicó ayer y en el que aseveró que en Venezuela, así como en México y Chile, "es habitual que las fuerzas de seguridad cometan abusos durante las operaciones policiales realizadas en el contexto de manifestaciones".

Para sustentar su señalamiento la organización puso como ejemplo el caso de Juan Manuel Carrasco, joven detenido en Valencia (Carabobo) el pasado 13 de febrero señalado de participar en manifestaciones y quien denunció que los guardias nacionales que lo aprehendieron lo golpearon, obligaron a ponerse en posición fetal y mientras lo amenazaban de muerte le bajaron la ropa interior y le introdujeron algo por detrás.

En un primer momento la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, aseguró que esta denuncia era falsa y lo hizo bajo el siguiente argumento: "¿Ustedes creen que una persona que haya sido violada (...) pueda sentarse en la audiencia de presentación?". Pese a estas palabras, el pasado 11 de abril el Ministerio Público anunció que acusaba a tres uniformados por infligir tratos crueles a Carrasco y otros jóvenes más.

Este caso es uno de los 142 de presuntas violaciones a los Derechos Humanos, cometidos durante las protestas estudiantiles que han sacudido al país en los últimos tres meses, que en la actualidad investiga el despacho fiscal; y por los cuales hay 19 policías y militares detenidos.


Las cárceles focos de tortura

En su reporte, la agrupación denunció que las prisiones americanas son también una fuente de tortura.

"En muchos países, las personas detenidas son sometidas a palizas, descargas eléctricas, abusos sexuales y negación del acceso a la atención médica. Las condiciones pésimas de reclusión –incluido el hacinamiento severo– son práctica habitual", afirmó.

El Observatorio Venezolano de Prisiones, Una Ventana para la Libertad y otras organizaciones de Derechos Humanos han alertado sobre las malas condiciones del sistema carcelario, el cual alberga más del doble de los reos que puede acoger y donde las condiciones sanitarias y alimenticias están alejadas de los estándares internacionales; y han atribuido a esta situación la endémica violencia que en él se registra.

Ni siquiera Estados Unidos se salva del jalón de orejas de Amnistía Internacional, organización que acusó a la primera superpotencia de incumplir sus obligaciones en materia de Derechos Humanos, pues "en algunos de los centros de segregación o aislamiento de máxima seguridad, muchos miles de reclusos permanecen recluidos en régimen de aislamiento en celdas de reducido tamaño durante 22 o 24 horas al día. Muchos apenas tienen acceso a luz natural o a tiempo de ocio fuera de la celda, lo que constituye trato cruel, inhumano o degradante".

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