Un grupo de personas se mantienen en una zona alta de la zona costera de Reñaca
en Valparaíso (Chile) esta madrugada
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decretó hoy la zona de catástrofe en las tres regiones del norte de Chile próximas a la frontera con Perú y Bolivia afectadas por el terremoto de 8,2 grados registrado anoche que causó cinco muertes y graves daños materiales.
EFE
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decretó hoy la zona de catástrofe en las tres regiones del norte de Chile próximas a la frontera con Perú y Bolivia afectadas por el terremoto de 8,2 grados registrado anoche que causó cinco muertes y graves daños materiales.
EFE
Los fallecidos fueron cuatro hombres y una mujer
que murieron a causa de ataques cardíacos y aplastamiento, informó el ministro
del Interior, Rodrigo Peñailillo, durante una comparecencia ante los medios
desde la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Minutos después del fuerte temblor, que tuvo
lugar a las 20:47 hora local (23:47 GMT) y cuyo epicentro se situó a 89
kilómetros al suroeste de Cuya, las autoridades ordenaron el desalojo de las
viviendas situadas a lo largo de los 5.300 kilómetros de costa por el peligro de
tsunami.
La evacuación se produjo de manera ordenada,
según el Gobierno, aunque imágenes ofrecidas por la televisión local mostraban
escenas de caos circulatorio en las ciudades de Iquique y Arica.
"Reiteramos a la población que mantenga la calma
y efectúe una evacuación a pie, de manera rápida y ordenada", pidió el director
de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Ricardo Toro.
Sin embargo, miles de personas, contraviniendo
los consejos de protección civil, echaron mano de sus automóviles para ponerse a
salvo huyendo hacia las partes más elevadas de la ciudad.
En el recuerdo de la población y de las
autoridades estaba el trágico terremoto del 27 de febrero de 2010, cuando, a
causa de errores e indecisiones por parte de los organismos encargados de enviar
la alarma de tsunami, no se alertó a la población del maremoto que ocurrió medio
hora después del temblor.
En esta ocasión, sin embargo, el Servicio
Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) avisó del "peligro inminente de
tsunami" en tanto que la Onemi activó durante seis horas el protocolo de
evacuación previsto para estos casos.
Inicialmente la medida afectó a todo el litoral
de Chile (el tercero mas largo del mundo), pero después las autoridades
levantaron la alerta en el extremo sur, desde Puerto Chacabuco, en la región
austral de Aysen, hasta la Antártica.
El temblor ocasionó el corte de algunas
carreteras debido a desprendimientos de rocas y también interrumpió los
servicios de electricidad y telefonía de varias ciudades del norte, al tiempo
que se suspendieron las clases en todos los centros educativos del norte.
Las autoridades locales señalaron que hubo
desprendimientos en las montañas y que algunas casas de adobe también se
vinieron a bajo.
Además de los fallecimientos, el incidente más
grave tuvo lugar en Iquique, donde más de 300 reclusas aprovecharon la confusión
y la destrucción causada por el terremoto para escapar de la cárcel.
El ministro Peñailillo anunció que por este
motivo las autoridades decidieron que unos 300 militares, en coordinación con la
policía de Carabineros, se hicieran cargo de la seguridad en esa ciudad
norteña.
Horas después, la presidenta Bachelet firmó un
decreto de estado de excepción constitucional que, entre otras medidas, supone
que las fuerzas de seguridad y de orden quedan bajo control de mandos
militares.
Bachelet, quien mañana viajará a la zona para
conocer sobre el terreno la dimensión de la catástrofe y supervisar las medidas
adoptadas, tomo la decisión de recurrir a las fuerzas armadas para resguardar el
orden público y evitar saqueos.
Según la ley chilena, el estado de catástrofe
ante situaciones de calamidad pública contempla la posibilidad de limitar
ciertas garantías constitucionales, como el derecho de reunión o de libre
tránsito, así como la confiscación de bienes.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, se
trasladó al norte la noche de este martes para coordinar las labores de ayuda.
Con el viceministro viajaron dos generales de la Fuerza Aérea que asumirán el
mando del orden público en la zona "para evitar situaciones de saqueo y
desorden".
"Se han tomado las medidas necesarias para
proteger las vidas y los bienes de las personas. El Gobierno va a seguir
trabajando para afrontar esta emergencia y proteger a nuestros conciudadanos",
dijo Bachelet, quien suspendió las actividades oficiales previstas para este
miércoles.
La presidenta agradeció públicamente las llamadas
que recibió de los presidentes de Perú, Ollanta Humala, y Argentina, Cristina
Fernández, así como del embajador de Brasil "para ofrecer toda la ayuda que
fuese necesaria".
El terremoto de Chile ocasionó que varios países
latinoamericanos con litoral en el océano Pacifico adoptaran medidas
preventivas.
Al producirse el temblor, el Servicio Geológico
de Estados Unidos emitió una alerta de tsunami en Chile, Perú y Ecuador, que
posteriormente se extendió a Colombia, Panamá y Costa Rica.
Ecuador decretó la alerta roja en las costas
sobre el Pacífico, al igual que hizo Perú, donde también se sintió el temblor,
especialmente en la ciudad fronteriza de Tacna y las regiones vecinas de
Moquegua y Arequipa.
En Colombia, Ecuador y Panamá la alerta de
tsunami quedó descartada a medida que avanzó la noche, mientras que en Bolivia,
el sismo de 8,2 grados Richter de Chile se dejó notar en las regiones de La Paz,
Oruro y Cochabamba.
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