Panaderías, fábricas y locales de ventas de pasteles, empanadas y tortas
artesanales en Mérida se han visto afectados ante
la falta de harina de trigo, manteca, mantequilla, leche y levadura, entre otros
productos necesarios para su fabricación, lo cual ha originado el cierre
definitivo de varias panaderías y pequeñas empresas familiares que subsisten con
la fabricación de este rubro.
Desde los primeros días del mes de enero se ha visto una considerable
disminución en la fabricación de pan y tortas. Algunas ventas tradicionales de
pasteles han cerrado temporalmente sus puertas hasta que consigan un bulto de
harina para poder continuar con su producción.
La situación ha traído como consecuencia que una persona puede comprar sólo
10 unidades de pan.
Alexis León, ex presidente de la Asociación de Panaderos del estado Mérida y
empresario panadero, señaló que el problema radica en el déficit de harina de
trigo que existe a nivel nacional.
"El gobierno nacional dice que sí hay harina
de trigo y ciertamente la hay, pero no en las cantidades necesarias. En el caso
de Mérida, la industria panadera requiere de un aproximado de 60 toneladas de
harina de trigo mensual y actualmente están llegando entre 30 y 35 toneladas, lo
que no es suficiente para cubrir la demanda".
Esta situación ha obligado a la empresa panadera a racionar la elaboración y
venta de pan, ya que no se cuenta con la materia prima suficiente para ofrecer a
los consumidores.
"Las colas se deben a que estamos estirando la poca harina que tenemos. Nos
toca producir pocas cantidades una o dos veces al día", precisa León.
Por otra parte, María Zambrano, presidenta de Fedeindustria Mérida y
aspirante a la presidencia de la Asociación de Panaderos del Estado, considera
que el actual déficit de harina de trigo en el estado no se debe a un problema
de importación de trigo para el país, sino a que Mérida tiene un consumo más
alto al que tiene estimado la Superintendencia de Silos, Almacenes y Depósitos
Agrícolas.
Zambrano señaló que en la entidad no solo existen panaderías, sino también
fabricantes de pasteles, pastelerías artesanales y pizzerías. Muchos de estos
negocios no se encuentran censados, pero que igualmente necesitan harina de
trigo para trabajar.
En este sentido, resaltó que, sumado al retraso que se está presentando en
Mérida con el suministro de harina, está la paralización en los molinos por los
contratos colectivos y las vacaciones decembrinas.
"Para la fecha, a Mérida le han ingresado aproximadamente 3200 bultos de
harina y esperamos que después de iniciadas las actividades en todos los molinos
del país la situación comience a
normalizarse".
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