Algunos supermercados de Catia decidieron simplificar la venta de leche.
Habilitaron una parte del depósito para despachar en la calle hasta cuatro y
seis kilos por persona | Foto: Omar
Véliz
En varias zonas de Caracas hay colas, unas para comprar
equipos y otras a la espera de leche y harina
El Nacional
El auge del consumo de electrodomésticos no para
en las calles de Caracas. Además de las colas en Daka, Mundo Samira y otras
grandes tiendas, ahora hay consumidores que exigen bajar los precios en tiendas
de ropa como Zara, calzados Aldo y comercios de telefonía celular y
computadoras.
Las colas en los centros comerciales, avenidas y
calles para comprar televisores pantalla plana, equipos de sonido, cornetas para
carros, neveras, cocinas y lavadoras, se cruzan con otras colas, las de amas de
casa frente a los supermercados esperando para comprar de manera racionada leche
en polvo, azúcar, papel higiénico y aceite.
En el Unicasa de El Paraíso, por segundo día
consecutivo, llegó leche en polvo.
Los consumidores abarrotaron la calle y
formaron una cola de más de una cuadra para comprar luego de dos horas de
espera, dos kilos de leche, dos de azúcar y cuatro kilos de harina de maíz
precocida. A unas cuadras en el centro comercial Multiplaza Paraíso, en la
avenida Páez, otro grupo de 30 personas aproximadamente, exigía rebajas a la
tienda de electrodomésticos Digital Plaza.
En el Central Madeirense, en un nivel superior
del establecimiento, no faltaba quien preguntara si por casualidad había llegado
leche o harina. “Nada señora, hoy no ha llegado nada a esta hora de la mañana”,
contestaba el guardia de seguridad a las 11:00 am.
El contraste entre las compras de equipos del
hogar y las que se hacen frente a los supermercados genera reacciones: “Está
bien que bajen los precios de los electrodomésticos, pero por qué no se
preocupan porque haya comida y consigamos leche. Tengo más de dos horas
esperando por dos kilos de leche, esto no es posible”, expresó Oscar Ruiz,
consumidor de El Paraíso.
Al lado de Ruiz y también con dos horas en la
cola, estaba Julio Rumbos, que pensaba diferente. “Yo estoy de acuerdo con que
el pueblo compre un televisor, una lavadora y una cocina con la medida del
gobierno. Y estoy haciendo cola para comprar leche por culpa de las presiones
empresariales y siempre pagamos nosotros los pobres”, afirmó.
En San Martín se repetía la escena, de un lado de
la avenida hacían cola para comprar alimentos regulados y de la otra esperaban
que los comerciantes abrieran para comprar nevera, lavadora y cocina.
Algunos supermercados de Catia decidieron
simplificar la venta de leche. Habilitaron una parte del depósito para despachar
en la calle hasta cuatro y seis kilos por persona y evitar aglomeraciones dentro
de la tienda. En la misma parroquia los consejos comunales controlaban las colas
en las tiendas de electrodomésticos de la calle Colombia de Catia.
“La leche puede durar un día y dos días
dependiendo de cómo se venda a los consumidores y de la cantidad que nos
despachen las empresas”, informó un gerente de una cadena de supermercados.
Todos compran. En la avenida Baralt a la
altura de las esquinas de Padre Sierra a La Bolsa, es habitual el gran número de
personas que transitan de un lado a otro.
La novedad fue la cola frente a
Dorsay, que fue cerrado para que bajara los precios. “Ya nos anotamos y
esperamos que abran para venir a comprar barato”, dijo una consumidora que
advirtió que si era necesario se quedaría a cuidar su puesto en la cola.
En el centro comercial Metrocenter, las personas
salían decepcionadas de las tiendas de teléfonos celulares. “No hay rebajas ni
teléfonos buenos”, señaló un joven que señaló que quizás en Sábana Grande en
City Market encontraría el teléfono Samsung que buscaba.
El gerente de una tienda en Capitolio explicaba a
varias personas que fiscales del Indepabis habían comprobado que los precios
estaban ajustados a la realidad y que no podían rebajarlos. “No compramos con
dólares de Cadivi, nuestro proveedor es nacional, estos son los precios reales”,
aseguraba.
En el Metro la gente andaba con paquetes grandes
y pequeños. Al llegar a City Market un grupo de fiscales del Indepabis
inspeccionó varias tiendas. “Hay comerciantes que bajaron los precios de forma
voluntaria, pero igual se revisarán los libros de contabilidad, porque puede ser
que sean ofertas engañosas”, declaró un funcionario.
“Aquí no hay rebajas, no compramos con dólares de
Cadivi, no estamos obligados a reducir los precios”, repetía una y otra vez a
varios clientes un vendedor de Electro Mall. En la Samsung de City Market
colocaron en la pared los precios de algunos productos con rebajas, una tableta
pasó de 24.189,99 a 18.589,99 bolívares, 23,15% menos.
En el centro comercial el Sambil, un grupo de
damas se aglomeró en la tienda Aldo del nivel Libertador, que se vio obligada a
bajar la santamaría para controlar el acceso. “Parece que hay rebajas”, expresó
una señora en la cola, otra salía sin nada en las manos. “Siguen los zapatos en
4.000 y 8.000 bolívares”, expresó.
En la tienda JVG del Sambil la gente salía con
televisores y lavadoras. “Pagué en efectivo, invertí parte de las utilidades,
pero también se puede cancelar a crédito. Toda la cuenta daba 113.000 bolívares
y con las rebajas pague 37.000 bolívares por una nevera ejecutiva, un televisor
y una secadora”, relató Ivan Urquía. En esta tienda la gente se anotó en listas
desde el lunes, cuando anunciaron las rebajas.
Al lado, en la Sony, vendieron hasta los
televisores y equipos que estaban en exhibición. “La gente busca los equipos de
marca y de la tecnología más sofisticada”, dijo un vendedor, mientras salían y
entraban personas, pero los estantes ya estaban vacíos.
Fuera del Sambil, en la tienda Kendall, los
consumidores también hacían cola. “Aquí la rebaja parece que es de 40%, vamos a
ver qué compramos”, expresó un motorizado.
En Santa Eduvigis, la gente salía del
supermercado Excelsior Gama con harina. “Vendían ocho kilos por persona y en la
mañana hasta hubo leche, pero no logré comprar cuando llegué”, contó una
consumidora que caminaba hacia el Metro a las 3:00 pm.
Pocos inventarios. En las grandes tiendas
de electrodomésticos como Daka, Mundo Samira y Nasri los inventarios de
mercancía a bajos precios se han reducido, pero la cola de gente que espera
entrar a los establecimientos sigue en aumento. En Pablo Electrónica también
hubo gran afluencia de personas. La cola para comprar línea marrón daba al
Sambil expropiado de Candelaria.
Realizaron 96 inspecciones
El vicepresidente Jorge Arreaza anunció la
acción del órgano superior para combatir la especulación. Aseguró que las
medidas anunciadas por el presidente Nicolás Maduro han logrado resultados desde
su aplicación. Ayer efectuaron 96 inspecciones en los sectores alimentos,
automotor, calzado, textil, ferreterías, importadoras, juguetes y
proveedores.
Durante la transmisión el ministro de Industrias,
Ricardo Menéndez, acompañado del Indepabis, Seniat y la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana presentó las irregularidades descubiertas en una inspección en el
Concesionario Guaicaipuro Bus Cars. Dijo que la empresa vende un solo autobús
cada mes, un hecho que – afirmó- contrasta con su producción, que reporta 473
autobuses fabricados en Carabobo.
"Hemos hecho inspección en concesionarios de
Carabobo. La empresa Avenca ha despachado 114 autobuses, contrario a los 10 en
esta concesionaria. Cuando vemos la empresa Encava y encontramos que los dueños
son los mismos propietarios de Avenca”, señaló.
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