“A Leo León lo arropan la ULA, los merideños y la verdad”



Comunicación Continua

Todavía están frescos en las mentes de los merideños y de las propias víctimas, los hechos violentos que se suscitaron el pasado 16 de abril y que generaron una situación de verdadera zozobra y pánico en más de un centenar de personas que se refugiaron en el Centro de Atención Médico Integral de la Universidad de Los Andes (Camiula).

Las redes sociales y las llamadas telefónicas se activaron esa tarde aciaga tras la arremetida de encapuchados motorizados y armados, grupos violentos que sitiaron al Camiula generando situaciones de violencia extrema que pusieron en riesgo la vida de ancianos, jóvenes y niños, además de todos los que creyeron estar seguros en ese lugar por ser un centro asistencial. Todo esto frente a cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Los medios de comunicación y periodistas responsables se apoyaron de esas llamadas para servir de canal a las manifestaciones urgentes de las personas que reclamaban una protección que no terminaba de llegar.

Ante los ojos de los merideños

Este rol de intermediación de algunos periodistas y medios como ULAFM que se activaron ante estos hechos, generó en la máxima autoridad regional la activación de una acción judicial, al sentirse señalado e incriminado, razón por la cual procedió a activar demandas contra dos periodistas, Leonardo León y Horacio Contreras.

En el caso de Leonardo León, ya se han producido pronunciamientos de respaldo a su trabajo por diferentes vías.  Al respecto, el Director General de Medios de Comunicación de la ULA, profesor y periodista, Luis De San Martín fue claro en sus aseveraciones.

“En nombre de la Dirección General de Medios de la Universidad de Los Andes y de los periodistas que valoran y respetan el trabajo de nuestro querido compañero, queremos mostrar nuestro apoyo irrestricto a la valiosa labor profesional que Leonardo León ha desempeñado desde hace años en defensa de la ULA y de los valores y principios del mejor periodismo, ese que se compromete con la verdad y con la vigencia de la democracia. Especialmente ahora que nos hemos enterado de la querella que le ha interpuesto el ciudadano gobernador por un supuesto delito de difamación que carece de sustento jurídico o moral alguno”.

Refirió que los servicios jurídicos de la universidad están en plena disposición de defender a Leo León desde el mismo momento en que se le notificó de esta demanda. “Estamos seguros de que la inconsistencia de esta acusación hará que no prospere judicialmente”, aseguró De San Martín.

“Lo más sorprendente e indignante es que la máxima autoridad regional concentra su acción contra quien sirvió de canal para que las víctimas del atroz ataque a Camiula llamaran la atención de la opinión pública sobre la violencia extrema que padecían, en vivo y directo, mientras los motorizados armados y encapuchados responsables del ataque siguen libres e impunes. Nadie me lo contó, yo estuve allí a su lado” acotó De San Marín.

Ataque y bofetada

Para este vocero universitario, medidas como esta son además de un ataque a la libertad de expresión, una bofetada a las víctimas de la violenta arremetida que sufrió el Camiula y un agravio más contra la Universidad de Los Andes. “Los universitarios y los merideños en general sabemos perfectamente lo que ocurrió ese terrible día”

En sus consideraciones, expuso que cuando “el poder se hace alérgico a la crítica y concentra su acción en hostigar a periodistas y medios independientes demuestra no sólo una peligrosa vocación autoritaria, sino una prepotencia patológica que atenta contra la posibilidad de rectificación o reconocimiento de errores que debe acompañar a todo actuar gubernamental responsable”.

El mensaje político de la acción del gobernador –concretó-  es una aviso a navegantes para que medios y periodistas merideños sientan la necesidad de autocensurarse al momento de ejercer su sagrado derecho a la libertad de expresión o su igualmente vital derecho a disentir o criticar al poder. “Los gobiernos democráticos gestionan creativamente las diferencias naturales existentes en la sociedad, los antidemocráticos amenazan, hostigan y chantajean a sus críticos” finalizó.

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