El recién anuncio del incremento del salario mínimo, entre 38% y 45%, supone la disponibilidad de recursos adicionales por parte del Ejecutivo nacional para poder cumplir con tales compromisos durante este año.
Una fuente ligada al alto Gobierno dijo a este rotativo que muy probablemente este incremento salarial requiera entre Bs. 20 millardos y 25 millardos de bolívares para su ejecución.
El presidente encargado, Nicolás Maduro, prometió el pasado martes el aumento del salario mínimo de 20% en mayo, 10% en septiembre, y un “ajuste” en noviembre entre 5% y 10% en función de la inflación.
La devaluación realizada el pasado ocho de febrero “permitiría cubrir este nuevo incremento del salario”; pero la fuente consultada no descarta que el Gobierno central requiera de otras fuentes de financiamiento; como por ejemplo los endeudamiento adicionales; que han sido utilizados en los dos últimos años para garantizar el pago de pasivos laborales.
El economista Andrés Santeliz señaló ayer a este rotativo que no es sostenible que el Gobierno financie el aumento del salario con nuevo endeudamiento adicional, “para financiar gasto corriente con deuda, tendríamos que tener una tasa de crecimiento del 10%, de lo contrario sería inviable”, sostuvo.
El experto sugiere que el Estado coloque bonos directamente en el sistema bancario nacional para cumplir con el incremento anunciado.
Con esta medida económica, el Estado suma mayor peso a su abultado gasto o inversión social. Dado que el alza del salario le impacta, de manera directa, a través de los trabajadores públicos que están en esa escala y de los pensionados cuyas asignaciones están homologadas al salario mínimo. Asimismo, de forma indirecta, el Gobierno se ve afectado por las transferencias de recursos a través de las misiones sociales, cuyos cálculos están ligadas al salario.
Según Santeliz, el anunciado aumento salarial impactará sobre la variable inflacionaria, en especial, en los trabajadores informales y pequeñas empresas que suelen contar con menos mecanismos de ajustes.
A un día del anuncio salarial, las impresiones de las centrales trabajadoras han sido diversas. Por una parte, el secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Manuel Cova, señaló que con esta medida se está discriminando a una parte importante de los trabajadores, por lo que propuso que se debe decretar un aumento general de sueldos a partir de 50%. Por su parte, el dirigente sindical petrolero, Will Rangel, asegura que el incremento anunciado por el Ejecutivo es favorable para la clase obrera, dado que se procura que el mismo esté por encima del registro inflacionario; sin embargo, afirmó que seguirán trabajando en la lucha de los diferentes contratos laborales.
Asimismo, Froilán Barrios, miembro del Frente Autónomo para la Defensa del Salario (Fades), señaló que el problema de la inflación impactará este año sobre la capacidad de compra de los venezolanos.
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