Mérida celebró su cumpleaños...repleta de basura

JUDITH VEGA

Luego de meses de ausencia, por razones profesionales y laborales, hoy, día del 454 aniversario de la fundación de la ciudad de Mérida, tuve la oportunidad de caminar por las calles del centro, pero que decepción y tristeza sentí, al observar el estado de abandono en que se encuentra, la otrora "ciudad más limpia de Venezuela".

Desde el viaducto Campo Elías, calle 26, hasta la sede de Cantv, calle 22, sólo se ve basura arrumada en cada rincón, alcantarillas tapadas por los desperdicios, papeles, bolsas y cualquier cantidad de cosas tiradas en plena vía pública. Recordé que similares imágenes las veíamos cuando en la ciudad se registraban protestas.

Hoy, no es por protestas. Es por el abandono de sus funciones de las principales autoridades municipales y estadales.

La tarea de la recolección de la basura y limpieza de la ciudad le corresponde, en principio, al ciudadano alcalde, no obstante, el señor gobernador igualmente debe asumir su responsabilidad, más aún cuando Marcos Díaz Orellana es médico y sabe, por demás, las consecuencias que para la salud representa el vivir y transitar en ambientes contaminados.

Es triste que esto pase en la Mérida que queremos. Lamentablemente, ni Léster ni Marcos, nacieron en Mérida y dudo que les duela verla en las condiciones en las que se encuentra, aunque Mérida les abrió las puertas para que estudiaran y se convirtieran en profesionales y que hasta sus aspiraciones políticas, lejos de los salones de clases o las consultas médicas, se hicieran realidad.

Asuman de una vez por todas, antes de abandonar sus cargos, la responsabilidad que tienen en la limpieza y embellecimiento de la ciudad.

Señores, alcalde y gobernador, los merideños no merecen vivir así. 

Mérida es una ciudad de gente respetable, humildes pero aseados. Allá ustedes, autoridades si les gusta vivir entre la basura y la porquería....al merideño no, por eso es que es posible conseguir casitas aseadas y arregladas, con mucha humildad y sin lujos, a lo largo y ancho del estado, que ustedes, seguramente, en búsqueda de votos han visitado.

Ante la historia y en la memoria de los merideños, siempre sus nombres aparecerán como las autoridades que no quisieron la ciudad, que la abandonaron y que poco les importó que la basura se convirtiera en el regalo que ustedes, le dieron a Mérida en su cumpleaños.