Mujeres procesadas denuncian hacinamiento en la celda que ocupan

Diversas áreas de la cárcel de Mérida presentan hacinamiento, entre ellas la ocupada por las mujeres procesadas.


JUDITH VEGA
Foto: BENJAMIN LOPEZ/MERIDA DIGITAL


Un grupo aproximado de 20 mujeres procesadas, cuyas identidades se protegen a fin de evitar represalias, quienes gozan del beneficio de Destacamento de Trabajo, el cual les permite salir a primeras horas de la mañana y retornar a las 7:00 de la noche a las instalaciones de la cárcel, enfrentan diariamente grandes dificultades para pernoctar en el penal, debido al hacinamiento que se presenta en la celda que ocupan, la cual tiene unas dimensiones de tres por dos metros y un solo baño.

El pequeño espacio es igualmente ocupado por gatos, los cuales defecan en los colchones y en la ropa de las mujeres. Sin embargo, las pésimas condiciones se agravan ante la existencia de aguas negras en el área y pese a que han planteado la situación problemática ante distintos entes, incluyendo a las autoridades del recinto carcelario, no han recibido respuestas favorables y menos aún soluciones.

Para las mujeres existe una evidente discriminación en relación a los hombres que disfrutan del mismo beneficio, quienes pernoctan en la antigua cárcel femenina situada en la Vuelta de Lola, mientras que las mujeres además del inhumano local donde descansan, deben pagar hasta cuatro pasajes para poder regresar a la cárcel y cumplir con la exigencia impuesta por los jueces penales.

Ante tal situación, las procesadas decidieron hace pocos días no ingresar al área debido a los malolientes olores que representan un peligro para su salud, optando dormir en sus casas o en el comedor del penal, no obstante sobre ellas pesa la amenaza de elaborarles un informe negativo el cual repercutirá al momento en que se decida la libertad de las mismas.

Proponen que se les permita pernoctar en el Centro “José María Olaso”, ubicado en el sector de Glorias Patrias, donde existen espacios físicos suficientes y acordes con su condición humana. Igualmente hacen un llamado a los organismos encargados de velar por los derechos humanos de los presos, para que se avoquen a conocer los problemas que existen en el Centro Penitenciario de la Región Andina (CPRA).