Hacer música con tecnología cerebral es posible


Agencias

 Un nuevo sistema computacional que reproduce música usando únicamente el poder cerebral es desarrollado por investigadores en Reino Unido con el propósito de ayudar a personas que sufren de alguna discapacidad física severa.


La interfaz musical cerebro-computadora (BCMI, por sus siglas en inglés), que crea música en respuesta a impulsos eléctricos dados en el cerebro, fue recientemente probado en una paciente que sufre de síndrome de cautiverio, en el Hospital Real de Neuro-discapacidad (RHN, por sus siglas en inglés) en Londres, con resultados esperanzadores, dijeron los investigadores.

"Comenzó como un proyecto musical que se convirtió en un proyecto científico", dijo Eduardo Miranda, un compositor y especialista de música computarizada de la Universidad de Plymouth en Reino Unido, que participó en el desarrollo del sistema.

Los avances tecnológicos en los años recientes han impulsado el interés en las interfaces cerebro-computacionales, pero su capacidad de proporcionar terapia musical para personas que se beneficiarían de ella permanece relativamente inexplorada, dice Miranda.

Así que, hace cuatro años, se dedicó a desarrollar un prototipo, antes de introducir la ayuda de los científicos computacionales de la Universidad de Essex y la terapeuta musical de RHN, Wendy Magee para crear un dispositivo funcional.

Miranda creó cuatro iconos que destellan en diferentes frecuencias en un monitor de computadora.

Cuando una persona mira la luz parpadeante en una cierta frecuencia, dice Miranda, esto muestra un electroencefalograma, que mide la actividad neural en el cuero cabelludo.

Los electrodos captan estas débiles señales, las cuales son amplificadas e introducidas en una computadora.

"Cuando una persona mira uno de los íconos parpadeantes podemos detectar cuál está observando la persona. Lo interesante acerca de este acercamiento es que también es posible detectar la intensidad de la mirada; entre más mires el icono, más fuerte es la señal del electroencefalograma", dijo Miranda.

Miranda creó cuatro diferentes algoritmos musicales que traducen las frecuencias de luz de un icono en distintos procesos musicales. Al mirar uno de ellos, sonará una nota. Permanecer con la vista fija en él, cambiará su tono.

Funcionando con el mismo principio, los otros iconos permiten a los usuarios activar y manipular el ritmo, el volumen y la velocidad.

El sistema requiere un entrenamiento inicial, pero la paciente en la prueba –que depende de su mirada para comunicarse— lo entendió rápidamente y estaba tocando música por sí misma después de 15 o 20 minutos, dijo Miranda.

"Ella estaba encantada de haber sido capaz de contribuir de algún modo en la investigación y dijo que realmente disfrutó tener el control de nuevo", dijo Magee, coautora del documento que describe la investigación, que aparece en la revista Music and Medicine.

Magee dice que existe suficiente evidencia actualmente para sugerir que la terapia musical en general funciona para personas con todo tipo de discapacidades.

"Ayuda a comprometer al paciente en una rehabilitación más amplia”, dijo Magee.

La investigación clínica sobre la Estimulación Auditiva Rítmica —una terapia neurológica que utiliza música como una señal para regular el movimiento corporal— ha demostrado cuánto puede ayudar con los problemas para andar de las personas que sufren de una lesión cerebral adquirida, dijo.

“Lo que las últimas investigaciones indican es que la música es una mega-vitamina para el cerebro. Enciende redes y trabaja entre ambos hemisferios (del cerebro)”, mencionó Magee.

Los investigadores de todo el mundo observan la interfaz cerebro-computadora (BCI), dice el profesor Christopher James, presidente de tecnología para el cuidado de la salud en la Universidad de Warwick, en Reino Unido.

“La BCI no es ciencia ficción, es realmente un hecho científico. Ha probado que es posible”, dijo.

El gran asunto ahora es tratar de incrementar el desempeño del BCI en términos de velocidad y precisión, comentó James.

Miranda también pretende afinar su sistema para hacerlo más robusto y amigable para los usuarios, para que los clínicos puedan manejarlo solos, agregó.

Pero aunque el equipo sea complicado, y la tarea de rehabilitar vidas sea ardua para todos los involucrados, la misión central es la misma.

“Lo principal es: ¿Puede la tecnología ayudar a la creatividad? Y si es así, ¿cómo? Y ¿podría conducir a un nuevo tipo de acercamiento a la música?”, dijo.

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