Dilma visita la región castigada por las fuertes lluvias en Río y promete 'acciones firmes'

 Trabajadores buscan víctimas en Teresópolis.AP

Trabajadores y vecinos buscan entre los escombros.
Reuters 
 Los trabajadores de rescate trasladan una víctima en Teresópolis. AP

Dilma, en Nova Friburgo.
R. Stuckert

El Mundo.es

***Brasil afronta su mayor desastre natural en el último medio siglo 'las escenas son muy fuertes', dice la presidenta tras sobrevolar la zona.

Dilma Rousseff se calzó este jueves las katiuskas para bajar al lodazal en que ha quedado convertido el centro de Nova Friburgo, una de las tres ciudades castigadas por las lluvias torrenciales que cayeron la madrugada del miércoles en la sierra de Río de Janeiro. Acompañada del gobernador del estado, Sérgio Cabral, la nueva presidenta de Brasil visitó las zonas afectadas y prometió volcarse en las tareas de rescate, reconstrucción y prevención de nuevos desastres. "La población puede esperar acciones firmes", garantizó.


Nova Friburgo, Teresópolis y Petrópolis son el escenario de la mayor catástrofe natural sufrida por el gigante sudamericano en el último medio siglo. Según el último balance oficial, 456 personas han muerto y cerca de 14.000 se han visto forzadas a abandonar sus casas.

Hasta allí se desplazaron la sucesora de Luiz Inácio Lula da Silva y sus ministros de Defensa, Nelson Jobim, Justicia, José Eduardo Cardozo, y Salud, Alexandre Padilha, con el fin de ver de cerca los destrozos causados por las inundaciones y escenificar el compromiso del Gobierno para afrontar su primer gran desafío apenas dos semanas después del relevo presidencial en Brasilia.

'Gran riesgo'

La comitiva asistió a los trabajos de los bomberos entre los escombros de un edificio derrumbado en Nova Friburgo y a continuación se reunió en el Ayuntamiento de la ciudad para abordar los planes de reconstrucción. Dilma tuvo también la ocasión de sobrevolar la región en helicóptero antes de regresar al Palacio de Guabanara, en la capital de Río, para dar una rueda de prensa junto al gobernador.

La presidenta quedó impactada por el panorama de caos y destrucción que encontró a su paso. "Es un momento muy dramático", reconoció. "Las escenas son muy fuertes. Es visible el sufrimiento de las personas. El riesgo es muy grande", advirtió.

Para la nueva jefa de Estado, el desastre representa un reto temprano comparable al que afrontó Sebastián Piñera con el rescate de los 33 mineros en sus primeros meses al frente del Gobierno chileno.

"Será una buena prueba para Dilma. Ni puede hacerse pasar por una técnica insensible ni puede repetir a Lula, porque no es Lula", opina la periodista Eliane Cantanhêde en 'Folha de S. Paulo'. "Está siguiendo el problema, en contrapunto con las ausencias constantes de Lula en situaciones adversas", elogia por su parte en Twitter la columnista Dora Kramer, de 'O Estado de S. Paulo'.

Recursos federales

Consciente de la gravedad de la situación, la heredera de Lula se esforzó este jueves en demostrar su apoyo a Río frente las trágicas consecuencias del temporal. "El Gobierno federal va a ser solidario, operando con el Gobierno estatal y con los ayuntamientos, en el sentido de rescatar ahora y después reconstruir", explicó.

Por el momento, las palabras de Dilma vienen acompañadas de 780 millones de reales (más de 460 millones de dólares) a repartir con São Paulo, donde las precipitaciones se cobraron 13 vidas hace sólo unos días, además de otros 80 millones de reales (unos 48 millones de dólares) que el Ministerio de Transportes dedicará a reparar puentes y carreteras.

Mientras tanto, este jueves deben incorporarse a las tareas 250 policías militares, bomberos y peritos de la Fuerza Nacional, enviados por el Ejecutivo de Dilma. Llegarán acompañados de ambulancias y helicópteros que complementarán los recursos desplegados desde la víspera por las autoridades de Río.

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