Investigarán falta de mantenimiento en el siniestro del avión de Conviasa

Avión de Conviasa
Archivo El Nacional
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***La averiguación del caso se orientará también a conocer si hay algún defecto en la fabricación en esos aviones y los resultados se compararán con las fallas observadas en aparatos que fueron sacados de circulación por empresas aéreas en otros países

Las investigaciones para determinar las causas del accidente del avión ATR-42-320de Conviasa siniestrado el lunes pasado en el patio 10 de la acería de la Siderúrgica del Orinoco y en el que 17 personas murieron, incluidos 3 tripulantes, se orientarán a establecer si la falta de mantenimiento de la aeronave ocasionó el desperfecto de una de las piezas.


Minutos antes del accidente, el piloto anunció a la torre que había perdido el control del avión y que intentaría un aterrizaje de emergencia a pocos minutos de llegar al aeropuerto de Puerto Ordaz.

La experticia que harán los técnicos franceses a los restos del avión, así como lo que revelen las cajas negras, permitirá conocer las causas del siniestro y en qué pieza del ATR-42-320 se produjo la falla que provocó el accidente.

Fuentes vinculadas a la aviación civil presumen que ese siniestro y las dos emergencias que se presentaron con aviones de Conviasa el miércoles y jueves pasado, en Maiquetía y Barcelona, obedecen a la falta de mantenimiento de las aeronaves.

La averiguación del caso se orientará también a conocer si hay algún defecto en la fabricación en esos aviones y los resultados se compararán con las fallas observadas en aparatos que fueron sacados de circulación por empresas aéreas en otros países.

Fiscal removido. Voceros extraoficiales informaron que el fiscal José Gregorio Morales quedó fuera de la investigación sobre el accidente del avión. El vuelo 2350 de Conviasa despegó de Porlamar y debía aterrizar en el aeropuerto Manuel Piar de Puerto Ordaz, estado Bolívar.

Pese a los intentos, no fue posible localizar a Morales para que explicara las causas que lo separaron del caso. Se conoció que el representante del Ministerio Público regresó el jueves pasado de Puerto Ordaz, donde dirigió las investigaciones sobre las causas del siniestro. Apenas estuvo 48 horas aproximadamente al frente de la averiguación.

En el ámbito de la aviación civil y en la Fiscalía sorprendió la noticia porque Morales llegó al cargo por concurso. Fue fiscal de proceso en Vargas. Es piloto y trabajó 11 años en Viasa. Fue instructor de simulador de equipos y de vuelos. Por cinco años comandó aviones de Aeropostal y también se desempeñó en la aviación privada. Egresó como abogado de la Universidad Santa María donde hizo posgrado en Derecho Penal.

Un piloto aseguró que esa trayectoria acredita a Morales para dirigir la investigación del accidente aéreo, pues tiene experiencia en el campo penal y en la aeronáutica civil.

Otro accidente. El 30 de agosto de 2008, del aeropuerto de Maiquetía despegó el Boeing 737-200, YV-102T arrendado a Conviasa por la empresa hondureña Atlantic Air. Esa noche, minutos antes de aterrizar se estrelló en el aeropuerto de Latacunga, Ecuador.

La tripulación, que murió en el siniestro, estaba integrada por el piloto Pedro Gustavo Mendiri Rangel, de 32 años de edad; el copiloto Gerardo José Rangel, de 41 años de edad, y el mecánico hondureño José Rosales.

La familia Mendiri Rangel contrató a los abogados Miguel Marzullo y Lucía Marzullo para que la asistiera en la demanda contra Conviasa. La empresa se ha negado a pagar las prestaciones y otras reivindicaciones.

Los representantes legales alegaron que el piloto y el copiloto fueron obligados por sus superiores a realizar el vuelo porque el contrato de arrendamiento estaba por vencerse y la empresa no quería seguir pagando alquiler.

Ningún piloto accedió a hacer ese viaje porque el avión estuvo sin volar 11 meses, desde septiembre de 2007, debido a que se le había caído un ala. Además, tenía corrosión en el estabilizador y otras superficies. Los tripulantes no conocían la ruta ni el terminal de destino. A ello se agrega que el fabricante de la aeronave no autorizaba operarla en terminales aéreos cuya altitud de presión fuese de más de 8.300 pies.

El talón de Aquiles de los ATR


Por Andrea Small Carmona

El desempeño de los aviones ATR, de fabricación francoitaliana, ha sido criticado porque hay condiciones atmosféricas que propician la formación de hielo en sus tableros de control.

Stephen Fredrick es un piloto estadounidense con más de 25 años de experiencia e investigador de fallas y riesgos de aviones ATR que escribió en 1996 el libro Peligro desconocido. En el texto retrata con detalle las causas que llevaron al vuelo 4184 de American Eagle a estrellarse contra una granja cerca de Roselawn, Indiana, en 1994. "Los ATR tienen un sistema que permite descongelar el hielo que se forma en la parte central del ala. Cuando hay mal tiempo, el hielo puede volver a formarse en la parte de atrás de los sistemas de deshielo, de donde no se puede sacar.

Esto conduce al mal funcionamiento de los alerones.

En el accidente del 4148 de American Eagle, las fallas en los alerones hicieron que se desactivara el piloto automático. Pocos minutos después se precipitó a tierra", explica Fredrick. Desde entonces, la acumulación de hielo es una sombra en los aviones de ATR.

Una fuente vinculada al departamento de Mantenimiento de Conviasa, y que pidió reservar su identidad, indicó que el avión siniestrado el lunes pasado en Puerto Ordaz, pudo haber sufrido un episodio similar al de American Eagle. "Es posible que se haya generado una situación adversa a la aerodinámica en las superficies de sustentación y control del avión por formación de hielo, dado los fenómenos climáticos recientes que incluyen lluvias frecuentes con granizo", explicó la fuente.

Luego del accidente de 1994, los pilotos que volaban en Chicago con ATR, repartían entre los pasajeros, a riesgo de perder sus trabajos, unos panfletos que decían: "Si el clima es claro, siéntese y relájese porque éste es un buen avión. Si el clima es nublado, piense en métodos de transporte alternativos".

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