Julio Borges: “Con la Ley de Desarme se puede desmantelar la violencia”

PRENSA PRIMERO JUSTICIA

**** En Venezuela, se estima, que circulan ilegalmente entre nueve y 15 millones de armas de fuego entre la población civil. El 98 por ciento de los homicidios son perpetrados con armas de fuego. Caracas es la segunda ciudad más violenta de América Latina. Hay experiencias exitosas de desarme en Colombia, Brasil y Australia.

El coordinador nacional de Primero Justicia Julio Borges, pidió este domingo "un desarme general de la población para contener el avance de la delincuencia", toda vez que las cifras rojas que semanalmente se obtienen en las morgues del país reflejan una realidad: la violencia es el principal problema que aqueja a los venezolanos y el gobierno no lo ha asumido como política de Estado por falta de voluntad.

Borges ofreció su acostumbrada rueda de prensa dominical en la cual esgrimió cifras alarmantes en materia de inseguridad, pero además enfatizó que “con la Ley de Desarme se puede desmantelar la violencia” en Venezuela.

Sacó a colación el caso de Nancy González, a quien el viernes le mataron a su segundo hijo en un ajuste de cuentas que él mismo planificó para vengar la muerte de su hermano ocurrida en mayo. “Ella justificó el hecho porque de por medio estaba la venganza. Cuando un país llega a esa realidad es porque no hay justicia y se empieza a vivir con la ley de la selva”, aseveró.

"En 11 años de este gobierno se han cuadriplicado los homicidios en Venezuela. En 1998, año en el que el Presidente ganó las elecciones, se contabilizaron 4 mil 550 homicidios. Al cierre del año pasado se totalizaron 16 mil 47 homicidios", informó el también candidato a la Asamblea Nacional por el circuito 4 del estado Miranda.

Esto quiere decir que sin tener una guerra declarada, en un mes en Venezuela se cuentan cifras de muertes violentas cercanas a las de la Franja de Gaza el año pasado completo tras el conflicto entre el Ejército israelí y la organización Hamas: unos 1 mil 500 muertos.

Borges no dudó en señalar que la inseguridad personal se percibe como el mayor problema que afecta a los venezolanos y que entre los crímenes cometidos resaltan los secuestros, "que dejaron de ser un fenómeno rural para convertirse en un problema que afecta igualmente al ámbito urbano", dijo, y que además ha evolucionado hacia nuevas modalidades como el secuestro express y el virtual.

"Al venezolano en general le preocupa el tema de la inseguridad, pero particularmente el comportamiento de los homicidios y de los secuestros", acotó el dirigente de la tolda amarilla.

Las cifras rojas rojitas

El máximo dirigente de Primero Justicia dio cuenta de que Venezuela es uno de los países más peligrosos de América Latina y Caracas es la segunda ciudad más violenta después de Ciudad Juárez. Para sustentar sus declaraciones se basó en cifras recogidas tanto por la Universidad Central de Venezuela como por el Observatorio Venezolano de Violencia.

"Señores, en Caracas se cometen más de 140 homicidios por cada 100 mil habitantes asociados al déficit de capital social (violencia urbana), consumo de alcohol y drogas y la existencia de la delincuencia organizada, mientras que en Ciudad Juárez la media es de 195 homicidios por cada 100 mil habitantes, pero producto del crimen organizado y el narcotráfico", aseveró.

Borges recordó unas declaraciones ofrecidas el año pasado por el ministro de Interior y Justicia, según las cuales hay policías y militares involucrados en por lo menos 20% de los homicidios.

Durante los primeros tres meses de 2010, se cometieron en 10 estados del país 4 mil 527 homicidios (un promedio de 76 personas diarias).

Solamente en Caracas perdieron la vida 1 mil 335 personas, la mayoría de ellas jóvenes menores de 25 años.

"En 90% de los delitos cometidos en el país, está involucrado por lo menos un adolescente como víctima o como victimario. Pero además, 98% de los homicidios son cometidos con armas de fuego", destacó.

A esto se suma la saña con la cual se atenta contra la vida de una persona. El 63% de las víctimas de homicidio registra cinco o más disparos; el 16% registra dos, tres o cuatro disparos y el 21% un sólo disparo.

Las entidades más violentas son Distrito Capital, Miranda, Zulia, Anzoátegui, Aragua, Carabobo, Lara, Bolívar, Táchira y Barinas. Ellos concentran el 78% de los delitos cometidos a nivel nacional.

Ese criterio fue el que privó para que esos estados fueran escogidos como pilotos del Dispositivo Bicentenario de Seguridad, uno de los 11 planes implementados por el Gobierno y que, al igual que sus predecesores, ha fracaso.

De acuerdo con las cifras manejadas por Primero Justicia, se estima que en Venezuela circulan, de manera ilegal, entre 9 y 15 millones de armas de fuego, pese a que en 2002 se sancionó la Ley de Desarme, cuya primera reforma se aprobó en enero de este año.

"El homicidio es la causa de muerte del 70% de nuestros jóvenes y lo más doloroso es que en el 91% de los casos de homicidio, no hay detenidos", reveló el coordinador nacional de Primero Justicia.

Hay un camino mejor

Julio Borges aseguró que con voluntad política puede ponerse en práctica un Plan de Desarme, cuyos resultados exitosos pueden verse en países como Colombia, Brasil y Australia.

Una experiencia exitosa lo tenemos muy cerca: Medellín, Colombia. Para 1991, Medellín fue catalogada como la ciudad más violenta del mundo (375 homicidios por cada 100 mil habitantes), producto de los enfrentamientos entre carteles de la droga.
Quince años después de la implementación del Plan Medellín, la tasa de homicidios se redujo a 26 por cada 100 mil habitantes.

"Ustedes se preguntarán cómo lo lograron? Hubo estrecha colaboración entre los gobiernos nacional y local; modernizaron y transformaron a los organismos de seguridad y justicia; conquistaron los espacios públicos para la ciudadanía y adelantaron una estrategia centrada en la recuperación del monopolio de la fuerza por parte del Estado, aplicando un programa de desarme, desmovilización y reinserción de los grupos armados", explicó.

La paz es posible

Borges llamó a los venezolanos a participar sin miedo en las elecciones legislativas del 26 de septiembre. "Tenemos que escoger el camino del progreso y dejar atrás este camino marxista que sólo nos lleva en retroceso".

Aseguró que la prioridad de la nueva Asamblea Nacional será debatir el tema de la violencia y legislar al respecto.

"La Ley de Desarme debe llevarnos a un desarme general como medida urgente para contener el avance de la delincuencia en Venezuela. Requerimos planes persuasivos no violentos ni intimidatorios; tenemos que promover el canje de armas por becas de estudio, alimentos o empleo, pero nunca por dinero", manifestó.

Y por supuesto, propiciar la coordinación entre el gobierno nacional y los gobiernos regionales y municipales; la modernización y depuración de los cuerpos policiales; estimular la inversión en personal, tecnología, infraestructura, armamento y transporte y recuperar los espacios públicos para la gente.

“Justicia es que todos podamos vivir con seguridad y con calidad de vida y que la justicia sea administrada a tiempo y aplicada correctamente a quienes infrinjan las leyes. La Ley de Desarme es el primer paso para lograr la seguridad. La ruta a seguir es la de ofrecerle a todos los venezolanos seguridad social y jurídica para todos por igual", concluyó.

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