Rescatan a niña en la frontera, sus captores enviaron un dedo como "fe de vida"

En una alejada zona de La Fría, estado Táchira fue rescatada la menor
Agencias

El CICPC del estado Táchira rescató a una niña de siete años secuestrada hace una semana en la frontera con Colombia y a quien sus captores le cercenaron un dedo que enviaron a sus familiares como "fe de vida" para presionar el pago de un rescate.

Los secuestradores habían advertido que la próxima "fe de vida" sería la mano completa de la menor, pese a que sabían que la familia de sus víctimas era de escasos recursos, destacó Márquez en declaraciones a la emisora VTV de la red estatal de televisión.

El jefe del fronterizo estado de Táchira del policial Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), Jhonny Márquez, dijo este viernes que el rescate de anoche de la menor, y también de su madre, ambas secuestradas el viernes pasado, dejó un muerto y dos detenidos entre los secuestradores.

Los tres delincuentes dispararon al grupo de agentes del CICPC y de la Guardia Nacional (GN, policía militarizada), entre quienes no se produjeron bajas, que los sorprendieron en una finca situada en el sector La Fría del Táchira, donde retenían a madre e hija.

Entre hechos de este tipo caracterizados por la crueldad de los secuestradores contra menores de edad destaca el hallazgo de los cuerpos de los tres hijos de un empresario libanés nacionalizado canadiense y con residencia en Venezuela secuestrados en 2006.

Los menores, uno de los cuales padecía de una parálisis cerebral que le impedía mover su pierna y su mano derecha, y el chofer que los llevaba a la escuela cuando fueron secuestrados en febrero de 2006, fueron torturados antes de ser acribillados, según determinó la justicia que sentenció a 13 de los 15 implicados, cuatro de ellos policías, por "asesinato abominable, cruel y despiadado".

Otros casos recientes en los que se secuestró a niños tuvieron mejores desenlaces, entre ellos el de tres menores luso-venezolanos liberados a mediados de 2007 también en la frontera con Colombia gracias a "las presiones que ejercieron" las fuerzas de seguridad, según dijo entonces el general Luis Bernáez, segundo comandante del Comando Regional Número 3 de la GN.

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