Saqueos entre los escombros de las casas inundadas en el nordeste de Brasil

El municipio de União dos Palmares, en Alagoas, arrasado por el temporal.
AFP

EL MUNDO.es

***Bombonas de gas y electrodomésticos son los objetos más disputados el Gobierno de Lula destina 55 millones de dólares a las zonas afectadas

Continúa lloviendo en el nordeste de Brasil, la región más pobre del gigante sudamericano. Pero el temporal, que ya se ha cobrado 44 víctimas mortales desde el pasado jueves, no es lo único que preocupa a sus habitantes. Como en innumerables tragedias que precedieron a ésta en todo el mundo, los saqueos comienzan a hacer mella en los supervivientes.


En União dos Palmares, uno de los municipios más afectados del estado de Alagoas, algunos pelean por los escombros que quedaron tras el desbordamiento del río Mundaú. Sobre todo las bombonas de gas, pero también los electrodomésticos y las puertas y ventanas metálicas, son el objetivo más deseado por quienes deambulan de noche por las calles a la caza de viviendas que desvalijar.

"Tuve que darle unas bofetadas al ladrón. Lo peor es que se acabó llevando mi bombona", reconoce al diario 'Folha de S. Paulo' el vendedor de hojalata José Cícero Medeiros de Moura, de 36 años, acampado frente a lo que queda de su hogar para intentar ahuyentar a los saqueadores.

Otros supervivientes, en cambio, recorren la ciudad en busca de materiales de construcción que no hayan resultado dañados, como ladrillos y tejas, para tratar de volver a poner en pie sus propias casas.

Mientras tanto, los policías militares patrullan por los municipios arrasados por las fuertes lluvias sin grandes esperanzas de poder frenar los pillajes. Es imposible detener a quienes roban si nadie los denuncia e identifica, admiten.

Enfermedades y ayuda

También existen serios problemas para restaurar los servicios de abastecimiento de agua, al tiempo que comienzan a extenderse las enfermedades. Según los equipos médicos, los menores refugiados en los colegios de União dos Palmares ya sufren diarrea y gripe y corren el riesgo de infectarse de leptospirosis a través del agua.

Para hacer frente a la catástrofe, el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva decidió este martes destinar 100 millones de reales (unos 55 millones de dólares) a la reconstrucción de las zonas dañadas. El ministro de Planificación, Paulo Bernardo, detalló que tanto Alagoas como Pernambuco han recibido cada una el 25% de la "ayuda de emergencia", mientras que la mitad restante sólo se entregará cuando ambos estados envíen sus respectivos informes de daños.

Los recursos federales se dedicarán prioritariamente a la compra de comida y agua potable y al alquiler de maquinaria de rescate, según la jefa de gabinete de Lula, Erenice Guerra. El propio presidente se desplazará entre el miércoles y el jueves a la región, donde se encuentran ya tres de sus ministros: Nelson Jobim, de Defensa, João Santana, de Integración Nacional, y Paulo Sérgio Passos, de Transportes.

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