Julio Borges: “Ley de Economía Comunal nos lleva al reino de Trucutrú”

Julio Borges, analizó la ley

Prensa Primero Justicia

**** El proyecto de Ley consta de unos 300 párrafos en los cuales se repite 27 veces la palabra socialista y 69 veces la palabra social, mientras sólo aparece una vez la palabra privada, asociada a instituciones privadas. Tampoco aparecen las palabras progreso u oportunidades o alguna frase como salir de la pobreza que debería ser el objetivo primordial de cualquier propuesta económica para el país


No cabe duda de que con la aprobación de las leyes de Economía Comunal y su prima hermana Ley de Comunas por parte de la actual Asamblea Nacional, "el Presidente pretende meternos de contrabando el modelo marxista que los venezolanos rechazamos a finales de 2007 mediante referéndum".

El señalamiento lo hizo este domingo el coordinador nacional de Primero Justicia, Julio Borges, durante una rueda de prensa en la cual ofreció detalles del proyecto de Ley de Economía Comunal (en plena discusión en el parlamento), de cuyo contenido quedan excluidos conceptos como los de propiedad privada, progreso y oportunidades y, en el peor de los casos, alguna frase que nos remita a cómo salir de la pobreza que, según Borges, "debería ser el objetivo primordial de cualquier propuesta económica para el país".

"La Ley de Economía Comunal nos lleva al reino de Trucutrú", sentenció.

El también candidato a la Asamblea Nacional insistió en que "la obsesión del Presidente por implantar un sistema marxista lo ha llevado a ir metiendo de contrabando todo lo rechazado por los venezolanos en la negada reforma de 2007".

Al hablar del proyecto de Ley Orgánica para el Fomento y Desarrollo del Sistema Económico Comunal, Borges dijo que éste constituye un paso más de radicalización y atraso, ya que sustituye a la ya controversial Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular (aprobada en julio de 2008), en la cual se plantea la sustitución de la propiedad privada por la propiedad social.

Pasticho ideológico

"Esto realmente significa que el verdadero y único dueño de todo termina siendo el gobierno y el pueblo dueño de nada", aseveró el dirigente de la tolda amarilla, para quien el Presidente tiene en su mente "un pasticho ideológico marxista que suele llamar socialismo" y que en nada puede compararse con sistemas exitosos aplicados en Europa o Brasil.

Esta indefinición se ve reflejada en el proyecto de Ley que consta de unos 300 párrafos y en los cuales se repite 27 veces la palabra socialista y 69 veces la palabra social, mientras sólo aparece una vez la palabra privada, asociada a instituciones privadas.

Tampoco aparecen las palabras progreso u oportunidades o alguna frase como salir de la pobreza que debería ser el objetivo primordial de cualquier propuesta económica para el país.

El corazón de esta propuesta se resume en un párrafo de su exposición de motivos: “… se instaura el Sistema Económico Comunal como el conjunto de relaciones sociales de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes, servicios y saberes, desarrolladas por las comunidades bajo formas de propiedad social al servicio de sus necesidades de manera sustentable y sostenible, de acuerdo con lo establecido en el Sistema Centralizado de Planificación y en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación; a través de la productividad socialista basada en un modelo de propiedad social …”.

"Esta sobredosis de marxismo -puntualizó Borges- tiene un objetivo muy claro: control por parte del Estado de todo el sistema económico venezolano. Como todo depende de un Sistema Centralizado de Planificación nos hace recordar los momentos más oscuros de la Unión Soviética de Stalin o la China de Mao, que sólo terminó en pobreza y atraso para sus pueblos".

El modelo trasnochado de marxismo del Presidente, queda reflejado en las definiciones incluidas en el artículo 5 del proyecto de Ley como el Sistema económico comunal, el Modelo productivo socialista, el Trabajo

colectivo, las Redes socioproductivas, las Brigadas de trabajo socialista, las Prosumidoras o prosumidores, el Trueque comunitario directo, el Trueque comunitario indirecto, los Mercados de trueque comunitario y el Sistema de distribución y de consumo de trueque comunitario.

"Y nada de esto emula lo que pueden ser las cooperativas en los países escandinavos, altamente eficientes y orientadas al progreso permanente de sus miembros con beneficios para sus comunidades, sino que le da una preeminencia al trueque y la creación de monedas comunales", explicó.

Julio Borges aseguró que esto es un atraso en pleno siglo XXI. "Los venezolanos merecemos una economía pujante que genere millones de puestos de empleo digno, donde los trabajadores cobren un quince y último, prestaciones, tengan HCM y cestaticket. El marxismo del Presidente nos ofrece que vayamos al trueque en nuestras comunidades y que inventemos unos billeticos de monopolio. Esta propuesta implicaría uno de los mayores atrasos vividos en nuestra historia".

El Presidente pretende además introducir nuevamente en esta Ley conceptos como el de Empresa de propiedad social directa comunal, Empresa de propiedad social indirecta comunal, Unidad productiva familiar y Grupos de intercambio solidario, donde el único dueño es el Gobierno con un objetivo claro: acabar con la iniciativa privada al otorgarle a estas nuevas empresas beneficios excluyentes como exención de impuestos y de derechos de registro, y preferencias en compras y contrataciones por parte del Gobierno, con el propósito de hacer inviables las empresas privadas.

Al respecto dijo que en Primero Justicia insistimos en un camino radicalmente distinto: la economía social de mercado con un Estado fuerte, pero no para dominar y ser dueño de todo, sino para impulsar decididamente la iniciativa privada y tener reglas muy claras que se cumplan estrictamente para el beneficio de todos los venezolanos por igual.

"Por eso es tan importante lograr un equilibrio democrático con una nueva Asamblea Nacional. Por eso el 26-S, Venezuela comenzará a cambiar", finalizó.

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