Cuatro jefes policiales asesinados en un mes


La inseguridad es el dolor de cabeza de todos


EL NACIONAL.com

***El mayor de la Guardia Nacional Delio Amado Hernández Acosta, que coordinaba el plan Caracas Segura, fue sepultado ayer en Valencia. Se le concedió el ascenso post mórtem a teniente coronel. Su muerte, al enfrentar a un grupo de asaltantes en un sector de Catia, fue atribuida por el PCV a un plan para desprestigiar al Gobierno

Cuatro jefes policiales han muerto este año en el cumplimiento de su deber o inmediatamente después de haber finalizado sus labores. Dos de ellos pertenecían a unidades de la Guardia Nacional destinadas a la seguridad ciudadana.


El primer caso fue reportado el 4 de octubre, cuando sujetos aún sin identificar ultimaron al jefe de la División Ciclística de la Policía del Municipio Mariño de Nueva Esparta, inspector Robert Javier Martínez.

El funcionario, de 31 años de edad, fue herido cuando llegaba a su vivienda en Juan Griego, luego de finalizar la guardia del fin de semana.

Los homicidas aparentemente intentaban apoderarse de su vehículo particular, un Toyota Corolla.

Cuatro días después murió el jefe de la subdelegación Barinas de la policía judicial, comisario Jorge Enrique Silva, de 44 años de edad.

El funcionario recibió dos disparos en la cabeza mientras comandaba una operación de búsqueda y rescate del empresario Gonzalo Torres, quien había sido secuestrado y supuestamente permanecía cautivo en el sector La Montañita del municipio Cruz Paredes.

El 16 de octubre falleció en Barinas el jefe del Grupo Antiextorsión y Secuestros de la Guardia Nacional en esa entidad, teniente Jhoander Díaz Mejías.

El oficial, de 26 años de edad, participaba en una operación para desmantelar una banda que robaba vehículos y posteriormente exigía el pago de rescates. Cuando hacía la entrega del dinero exigido a una de las víctimas fue reconocido y recibió dos disparos en el pecho. Uno de los antisociales fue identificado como John Eduardo Velásquez, de 26 años de edad, que había sido sentenciado por el mismo delito en diciembre de 2008, y sin embargo estaba en libertad.

En carro propio. El pasado fin de semana falleció a manos de antisociales el mayor (GN) Delio Amado Hernández Acosta, coordinador del Plan Caracas Segura para el oeste.

El oficial, de 36 años de edad, hacía un recorrido de supervisión por los puestos que coordinaba. Para ello utilizaba su vehículo personal, una camioneta Jeep Cherokee negra. En el sector Los Robles del Manicomio se topó con un grupo de asaltantes que atacaba a una mujer, y al enfrentarlos recibió un tiro.

Versiones policiales indican que los homicidas pertenecen a la banda de Los 4 Vientos, que opera en Los Frailes de Catia, donde el Cicpc realizó allanamientos al igual que en Charallave.

El caso se asemeja al del detective de Cicpc Nelson Mármol Gómez, que murió a manos de sujetos que intentaban apoderarse de su vehículo. En esa oportunidad, el funcionario llevaba unas minutas a la central del Cicpc.

Extraoficialmente se conoció que la GN otorgó a Hernández Acosta el ascenso post mortem al grado de teniente coronel. Se considera que falleció en un acto de servicio. El sepelio se realizó en un cementerio privado de Valencia, donde tenìa residencia en el sector La Isabelica. Pertenecía a una familia de 5 hermanos, de los cuales uno era GN. Deja a su novia embarazada y era profesor de la Escuela de Formación de Oficiales de la GN.

El Ministerio Público anunció que fue designado el fiscal 5 del área metropolitana de Caracas, Victor Hugo Barreto, para dirigir las averiguaciones.

Este año, en el área metropolitana han sido víctimas de homicidios 43 funcionarios de cuerpos policiales o militares, que cumplían labores de seguridad ciudadana.

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