Carta abierta del pueblo colombiano y el pueblo venezolano

Respetado Presidente Chávez, Respetado Presidente Uribe


Como ciudadanas y ciudadanos de Colombia y Venezuela hacemos pública esta comunicación para expresar nuestros sentimientos patrios y, ante todo, de hermandad como pueblos que hemos convivido pacíficamente y que hemos compartido nuestro largo y lento proceso de desarrollo. Nos unimos como pueblos hermanos que hemos sido víctimas de los grupos armados ilegales que han afectado nuestras comunidades y que, incluso, han llegado a dificultar nuestras relaciones políticas y comerciales, tal como
ahora.

Como ciudadanas y ciudadanos de pueblos hermanos LES EXIGIMOS a ustedes que, como dirigentes de nuestros pueblos, solucionen cualquier diferencia por las vías diplomáticas y que NUNCA una intención bélica sea tomada como opción para que, en aras de hacer respetar nuestra soberanía, nos levantemos en armas.

Presidente Chávez, a usted le corresponde que en Venezuela las venezolanas y los venezolanos construyamos la paz. No nos alzaremos en armas en contra de nuestro pueblo hermano de Colombia.

Presidente Uribe, a usted le corresponde que en Colombia las colombianas y los colombianos construyamos la paz. Como usted ya lo ha dicho, en Colombia no construiremos muros para aislarnos de nuestro pueblo hermano de Venezuela.

Quienes firmamos aquí nos negamos a ir a la guerra en contra de un pueblo hermano y nos comprometemos a conformar un frente común ciudadano contra la violencia.

Rechazamos cualquier intención bélica y les exigimos que, en su calidad de mandatarios de nuestros países, promuevan las acciones necesarias para que por la vía diplomática sus diferencias se solucionen.

LOS PUEBLOS HERMANOS NUNCA VAN A LA GUERRA

Igualmente les exhortamos para que su lenguaje y sus palabras sean un estímulo a la resolución de conflictos y no frases que exhorten la violencia. Sabemos que tenemos diferencias como seres humanos que somos y como países con historias e intereses distintos, pero de ustedes y su ejemplo depende el que estemos en capacidad de mejorar solidariamente nuestras condiciones de vida y continuar en este camino hacia el desarrollo social, económico, científico, tecnológico, educativo, cultural y político que hemos elegido.

Porque Yo no voy a ninguna guerra. Toda bala es perdida, toda víctima es hermana, firmo esta carta.
Para sumarse como firmante diligencie el formulario en www.colombiasoyyo.org

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