Hubo manipulación y saña política en asalto a la Universidad de Los Andes



Danilo Figueroa/Prensa ULA
Foto: Ramón Pico

Las autoridades de la Universidad de Los Andes, encabezadas por el rector, Mario Bonucci; el vicerrector administrativo, Manuel Aranguren; el secretario José María Andérez, el cuerpo de directores de las diversas dependencias, consejeros universitarios, y dirigentes estudiantiles, se pronunciaron sobre los actos acontecidos este lunes 19 de octubre, al que catalogaron como de asalto violento a la universidad.


En rueda de prensa, el rector Mario Bonucci hizo una cronología de los hechos, destacando que, en principio, la manifestación se había publicitado en los medios de comunicación con carácter pacifista. No obstante, degeneró en extrema hostilidad al hacerse acompañar por encapuchados que portaban objetos metálicos, con los cuales derribaron los accesos al salón de sesiones del Consejo Universitario.

El Rector refirió que si bien existe una reglamentación que insta al CU a no sesionar, bajo presión o amenazas de ningún sector, el asalto al salón derivó en un encuentro informal y con ánimos menos caldeados. Allí salieron a relucir temas fuera de orden de personas identificadas con el oficialismo. Posteriormente se sesionó “bajo protesta” y con la anuencia de 12 de los 20 consejeros que quedaban en el recinto.

El Rector significó que junto a la dirigencia gremial de los obreros y de los empleados ha sostenido diversas reuniones para deliberar la realidad de los contratados obreros y administrativos, lo concerniente al recorte presupuestario y la necesidad de que la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu), provea de 50 millones de bolívares para solventarle la situación a estos trabajadores. A la máxima autoridad le resultó sorprendente lo ocurrido este lunes, pese al conocimiento que tiene la dirigencia gremial del caso. Incluso, recientemente se le otorgó un derecho de palabra al secretario general del Sindicato de Obreros. Insistió en que sí se han concretado diversas diligencias vía oficio ante la Opsu, para la solicitud de los recursos en cuestión.

Dijo estar convencido de que las masas obreras fueron manipuladas con fines inconfesables y que es necesario abonar el camino del entendimiento. Anunció que este jueves 22 de octubre, se prevé un encuentro con el director de la Opsu cuya intención es impulsar una acción conjunta entre gremios y autoridades para la petición de los recursos que lleven a solucionar la situación de los contratados.

Mala compañía

Por su parte el vicerrector administrativo, Manuel Aranguren, lamentó que los gremios se hayan hecho acompañar de encapuchados y de la violencia. Aseveró que a los encapuchados le da vergüenza dar la cara y eso sólo demuestra cobardía.

“Nosotros jamás vamos encapuchados a la Opsu a solicitar los recursos”.

Actuar de emergencia

Por su parte, el secretario de la ULA, José María Andérez, dijo que es evidente y notorio que el Consejo Universitario está sensibilizado con el caso de los trabajadores contratados, por lo que se debe actuar con la emergencia requerida en la búsqueda de las soluciones.

“Se han hecho todo tipo de solicitudes para solventar esta realidad laboral. Esto lo saben muy bien los dirigentes gremiales. No en balde la universidad fue asaltada a tal punto que hubo colocación de una bandera del partido de gobierno en lo más alto de nuestra casa de estudios”.

Las autoridades concordaron en que la universidad es un lugar para dar el ejemplo de la capacidad reflexiva de cada uno de los sectores, en torno al precario presupuesto asignado a la ULA.

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