“No soy Dios ni juez para juzgar a Monseñor Baltazar Porras”

HISTORICO: “Como Gobernador, si pudiese convertirme en un instrumento para allanar los caminos de la paz ante el insistente sendero de violencia liderado por el sector opositor, así lo haría”. /Foto Jesús Torres.


**** Manifestó el mandatario regional que es un gobernante socialista y revolucionario y que para defender la propuesta que lidera el Presidente Chávez, dará su vida si es necesario: “No necesito descalificar a nadie, porque quien exige respeto debe respetar”.

El gobernador bolivariano y revolucionario del estado Mérida, Marcos Dìaz Orellana sostuvo un importante encuentro a solicitud del Arzobispo Metropolitano de Mérida, Monseñor Baltazar Porras Cardozo, llevado a cabo en la sede del Palacio de Gobierno en la ciudad de Mérida, donde fue recibido con los honores de su alta investidura por el tren ejecutivo, a los fines de tratar diversos temas de interés como el embarazo precoz, la delincuencia, la drogadicción, el alcoholismo, los accidentes de tránsito y a los fines de evitar confrontaciones con grupos universitarios.

Ante este encuentro del gobierno regional con la Iglesia Católica, el mandatario fue enfático al asegurar que como Gobernador debe convencer al que esté adverso a la revolución y atraerlo hacia las filas del proceso.

El mandatario merideño señaló estar convencido que el proceso revolucionario ha dado demostraciones suficientes de ser pacífico y altruista. Manifestó que él no es nadie para calificar ni para juzgar, en todo caso existe un Poder Judicial autónomo.

A su vez el Gobernador de la entidad andina, rememoró que el propio Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en las circunstancias del aciago 11 de abril del 2002, sostuvo un histórico encuentro con la autoridad eclesiástica merideña.

Actualmente, el mandatario nacional hace un insistente llamado al diálogo en cada una de sus actuaciones: “Como Gobernador, si pudiese convertirme en un instrumento para allanar los caminos de la paz ante el insistente sendero de violencia liderado por el sector opositor así lo haría, sin que haya de mi parte actitudes o acuerdos que atenten y debiliten el proceso socialista que adelantamos en nuestro estado y en el país”.

“Así como Salomón pidió sabiduría, y Mateo clamó humildad, le pido a Dios que me de el valor para decir la verdad delante de los fuertes, no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles, además, que me ayude siempre a ver el otro lado de la moneda. Yo veo la política con un gran sentido de grandeza, ya que es un ejercicio filosófico, no hay enemigos solo contrincantes, pero tampoco amigos, sólo aliados de manera circunstancial”.

El Gobernador de Mérida parafraseó a Platón quien aseveraba: “El buho de Minerva emprende el vuelo cuando el crepúsculo de la tarde muere”. Igualmente citó a Ghandi, cuando decía: “El que gana un combate es fuerte, el que vence antes de combatir es poderoso, es valiente quien gana una batalla y es sabio quien la sabe confrontar”.

Díaz Orellana aseguró que su intención es debatir con el sector opositor sobre las bondades del proyecto revolucionario y del Plan Nacional “Simón Bolívar” para así convencerles que ese es el único camino a seguir en la Venezuela que todos queremos.

“En mi condición de gobernante del estado debo velar porque prevalezca el diálogo y como ser humano atraer la paz, la concordia y la convivencia. Para lograr este objetivo tengo el deber de reunirme y dialogar con cualquier sector del estado o del país, sin ningún tipo de prejuicios ni complejos”

El mandatario dijo que el Presidente Chávez ha demostrado en diversas ocasiones amplitud con sectores adversos, tal es el caso del Presidente de EE.UU, Barak Obama, con quien se reunió en Trinidad y Tobago, y con el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, con quien mantiene un permanente diálogo entre ambas naciones, a pesar de las circunstancias actuales que atraviesa esta relación diplomática, derivada de la actitud entregüista y apátrida del Presidente de la hermana República al permitir la construcción de siete bases militares del ejército americano.

Manifestó el mandatario regional que es un gobernante socialista y revolucionario y que para defender la propuesta que lidera el Presidente Chávez, dará su vida si es necesario: “No necesito descalificar a nadie, porque quien exige respeto debe respetar”. Parafraseó a Sucre en la Batalla de Ayacucho quien ante un capitán realista al ser abatido pidió honor al vencido y gloria al vencedor.

Finalmente, considera tal como lo dijo el profeta Isaías: “Las palabras mansas dominarán la ira y el viejo de la sabiduría” pensamiento que al llevarlo al adagio popular del llano venezolano, equivaldría a decir: “con buenas palabras se saca el cimarrón”. (Prensa OCI / Yólbert Thais Flores).

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