Luís Loaiza: “La LOE quiere imponer el control del Estado en los procesos educativos”

Luis Loaiza, presidente de Apula (Fotografía: Ramón Pico)

Danilo Figueroa/Prensa ULA

Cuando se analiza un instrumento jurídico, no sólo debe evaluarse la ley y su normativa como tal, sino que también debe indagarse sobre la intención implícita de dicho instrumento y las particularidades de su aplicación.
Sobre estos rieles de criticidad, se montó el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes (Apula), Luís Loaiza, docente de férrea confrontación con lo que él considera son renglones torcidos del actual gobierno nacional, respecto a la Ley Orgánica de Educación, recientemente promulgada.

El representante gremial, expresó que resulta muy cuesta arriba comprender porqué una Ley que regula un aspecto tan fundamental de la vida de un país, como lo es la educación, se haga sin consultarle a los actores que tiene responsabilidad directa con el hecho educativo, y que desde el Estado se pretenda imponer una ley sin atender los requerimientos de la sociedad.

“En ningún país democrático del mundo ese proceso se hace en tal dirección. En los países serios las leyes son el producto de una amplia consulta social, de manera que las leyes salen de los cuerpos legislativos con todo su peso legitimo y el respaldo de la sociedad”

Loaiza aseguró que al trastocarse esta esencia de consulta con la actual Ley Orgánica de Educación, se evidencian sus propósito y voluntad muy definida a los largo de todo su contenido. Este propósito, dijo, es fortalecer el control de Estado de los procesos educativos en todos los niveles, incluido el universitario.

La LOE promulgada es centralista, estatista y pese a enunciar y reconocer el papel de la familia y la solidad civil, no se le asigna ninguna tarea dentro del proceso, sino que éste es redirigido a lo que ahora conocemos como “Poder Popular”

“Bien sabemos todos la manipulación política y doctrinaria que se ha cimentado sobre esas organizaciones de poder popular, desde le gobierno. Vemos como las fronteras entre Gobierno, Estado, Partido y el Líder único se han borrado, y esto es tremendamente perjudicial para la salud política e institucional de un país”

Autonomía restrictiva

Al entrar en materia de alarma universitaria, Loaiza, aseveró que cuando se toca el principio de la autonomía en la actual LOE, se palpa que su alcance es muchísimo más restrictivo que la plasmada en la Constitución. En todos los países, las leyes desarrollan la norma y letra de los preceptos constitucionales. En el caso de la LOE, se permite restringir la amplitud de los conceptos que consagran las leyes de la Carta Magna, con lo que se genera un contrasentido, sin lógica jurídica ni política.

La autonomía universitaria, reconocida constitucionalmente, se ve menoscabada en el concepto plasmado por la LOE, pues las acciones de regulación y funcionamiento de un gran conjunto de temas, estarán sujeta a Leyes Especiales. Estas leyes van desde el diseño del presupuesto hasta la carrera académica.

El otro aspecto que da valor genuino a la universidad, es la libertad de cátedra, en este sentido la LOE también ofrece limitaciones al respecto.

Beneficios frente a propósitos

Los beneficios plasmados en la LEO, para los entendedores, sólo una solapa para tapar su esencia controladora. Loaiza ve como inaudito que se proceda a la redacción de una Ley Orgánica para proceder y hacer cumplir los derechos a los trabajadores.

“Esos son anclas, anzuelos o atractivos que se colocan a la ley, que han podido aplicarse sin necesidad de esta LOE”

Dijo que la ley debe abordarse desde su integralidad, mas no a partir de los beneficios que algunos sectores pudieran tener. Cuando se valora este impacto, se descubre que el espacio de intervención de la sociedad civil en el Hecho Educativo se limita, en contraste con la reserva casi total que el estado asume sobre las competencias educativas.

“En este mundo complejo de hoy, donde se desarrollan las tecnologías de la comunicaciones que fomentan la interconectividad inmediata entre los seres humanos, y las diversas sociedades, no se puede pretender que el Estado monopolice el hecho educativo. Esto es casi utópico”.

Loaiza cree en la Tesis del Estado Docente, pero es totalmente contrario a la tesis del Estado Absoluto. El estado debe tener su responsabilidad en el tema de la educación, pero el Estado jamás puede sustituir a la sociedad, pues este mismo Estado en un instrumento al servicio de la sociedad, nunca al revés. En pocas palabras, aseveró que la LOE fue promulgada contra la sociedad.