La Universidad siempre será refractaria a ideas alejadas de la democracia

José Mendoza Angulo en programa especial de opinión del Canal Universitario.



Danilo Figueroa/Prensa ULA

Invitado al programa especial de opinión del Canal Universitario, que se transmite de lunes a viernes a la 1 de la tarde, con una nueva entrega a las 7 de la noche, el ex rector de la Universidad de Los Andes, José Mendoza Angulo, expuso sus valoraciones sobre la Ley Orgánica de Educación, raudamente promulgada por la Asamblea Nacional a mediados del mes de agosto del presente año.

Para el ex rector José Mendoza Angulo, existe una vertiente que debe llamar poderosamente la atención del sector universitario. Dicha vertiente tiene que ver con las implicaciones que la LOE tiene para la propia vida de la universidad.

Tras revisar cada uno de sus postulados y darle lectura con mayor énfasis a los temas que le son inherentes a la universidad, le llamó la atención que, en un conjunto normativo, relativamente corto de 50 artículos, la cantidad de disposiciones que tienen por objetivo a la universidad, sea desproporcionada.

“Pareciera que hubiera una segunda intención de poner algunas piedras adelante, justo ahora, antes del momento en que corresponda dictar el conjunto de leyes especiales anunciadas. Estas leyes especiales tienen que ver con aspectos como lo son: el gobierno de la universidad, la administración de la institución, la carrera docente en la vida universitaria, la libertad de cátedra entre otras cosas”.

Mendoza Angulo aseveró que este conjunto de materias, nos debe poner en alerta a los universitarios, pues la maquinación detrás de la LOE es un propósito político. Dijo que el gobierno quiere poner en la educación toda la intención de “querer formar” de acuerdo con la doctrina de la revolución, al “hombre nuevo”.

“Y es que los planes de cerrar medios, controlar prensa, los mecanismos de represión contra los periodistas, tienen el mismo propósito de querer tener el poder sobre el proceso educativo, con la sedicente idea de querer formar al hombre nuevo”.

Indomable y fuerte

En estos 10 años de gobierno, la revolución ha encontrado en el sector universitario su mayor muralla, pues este orbe académico, ha sido refractario a las ideas del régimen. En pocas palabras, el seno de las universidades venezolanas se ha constituido en una fuerza consistente.
Con esta nueva ley, según la autoridad, se tiene la intención de conquistar las bases de este bastión indomable y libre pensante.

La autonomía a dos compases

Cuando se le da lectura a los principios generales que refieren a la Universidad en la LOE, aparece la autonomía. No obstante, más adelante en otro artículo, como pecando de olvido, vuelve a aparecer el término de autonomía, pero como principio a “aquellas universidades que les sea aplicable”.

“Es decir, que hay un cúmulo de universidades a las que no le es, ni le será nunca, aplicable el principio de la autonomía, como lo son las universidades experimentales. Acá el principio general no existe. Y es que todos los gobiernos, en todas las épocas han tenido unas relaciones difíciles con el mundo universitario. No puede ser de otra manera, porque las universidades son cuestionadoras de todo cuanto constriña la libertad y la dignidad del ser humano, son creativas y siembran las semillas del nuevo conocimiento”.

Ratificó que a cualquier régimen de escaso talante democrático, se le hace imperante “meter en cintura” a un sector que se le erija como cuestionador e indomable.

Universidad y demagogia

Lo que más ha sacudido de este proyecto, a Mendoza Angulo, es que los legisladores de la LOE, han inventado una nueva definición de universidad. Vale decir, que su definición se remonta al siglo XII cuando Alfonso El Sabio en las Siete Partidas, definió lo que es la universidad. Este personaje la calificó como una unión de profesores y estudiantes, encargados del saber, de enseñar y de transmitir el saber.

En este sentido, Mendoza dijo que, cuando se consulta el articulado de la Ley de Universidades, se puede apreciar un concepto similar en cuyo texto se refleja como: una comunidad de intereses espirituales que une a profesores y estudiantes.

“Cuando vamos al articulado que refiere la LOE al sector universitario, detectamos un propósito meramente demagógico, pues ahora la comunidad universitaria no son sólo profesores y estudiantes, sino que ahora son todos los estudiantes, todos los egresados, todos los obreros, todos los empleados. Estoy convencido de que a los trabajadores de la universidad nunca les pasó por la cabeza que ellos pudieran opinar sobre los aspectos técnicos de la vida universitaria”.

El ex rector se atrevió a decir que si en el día de mañana, las autoridades universitarias han de ser elegidas por un electorado monumental, pues considera que quienes auspiciaron la LOE se llevarán una gran sorpresa en los resultados.

“La paliza que se van a llevar, quienes crean que por esa vía piensan modificar la orientación del claustro universitario, va a ser verdaderamente espectacular”.

Finalmente saludó la decisión del Consejo Universitario de la ULA de abrir el debate en torno a la discusión de estos 50 artículos. Refirió que no debe ocurrir lo que con la Biblia profesan muchos, que todos hablan de ella y muchos ni siquiera la leen.

“Es bueno leer la Ley de Educación, además son 50 artículos, algunos horriblemente redactados, desde el punto de vista del castellano y desde el punto de vista de la hermenéutica jurídica, celebro que los docentes, estudiantes y personal de la universidad puedan hacer esta especie de cursillo intensivo sobre la ley, con ayuda de los expertos en la materia”, puntualizó.

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