"LOS PANTALONES DEL SEÑOR GOBERNADOR"



Cuánto quisiera que el señor gobernador del estado, Dr. Marcos Díaz, le dijera a los merideños (oficialistas y opositores) las palabras que expresó al detener a ocho dirigentes productores agrícolas opositores en Timotes que se encontraban protestando por el puente que está caído desde hace meses en la vía que conduce a Valera.

Debo tomar las palabras textuales del señor gobernador quien expresó: “que aquí en Mérida hay pantalones y hay un gobernador revolucionario que defenderá con la vida de ser necesario, los intereses del socialismo y de la revolución”.



Me parece que el señor Gobernador con estas palabras está buscando que lo condecoren como al Coronel Benavides.

Cuánto nos gustaría a los merideños que defendiera con la vida de ser necesario, el hecho de que recibamos una atención adecuada en el Hospital Universitario y en los diferentes ambulatorios y dispensarios del estado Mérida donde no hay ni medicamentos, ni médicos suficientes ni personal administrativo, técnico y obrero para atender eficientemente a tantos merideños que necesitan de este servicio y donde necesariamente, hay que encomendarse a Dios a ver si se sale vivo de una enfermedad.

Cuánto quisiéramos los merideños que defendiera con la vida nuestra vida, que se avocara a plantear junto con su comandante Grillo y su respectiva tanqueta, un sistema de seguridad adecuado y efectivo que propendiera a la disminución de la delincuencia.



Cuanto quisiéramos los merideños que el señor gobernador defendiera con la vida y se pusiera los pantalones no para defender la revolución sino para buscar las soluciones necesarias para que los campesinos de nuestro estado cuenten con vías de penetración adecuada y poder así sacar los alimentos para el consumo del resto de los venezolanos.

Cuánto quisiéramos los merideños, que el señor gobernador se dejara de estar tanto en la ciudad de Caracas y se dedicara a gobernar verdaderamente el estado; más aún, cuánto quisiéremos los merideños que en cada viaje a la ciudad capital, trajera beneficios para nuestro estado como por ejemplo, la construcción del puente de la discordia en Timotes.

Cuánto quisiéremos los merideños que así como estuvo de acuerdo con centralizar las vías, los puertos y aeropuertos y le entregó a la centralización al presidente en estas áreas, que ahora convenza a los revolucionarios de la capital que en nuestro estado tenemos crisis de vialidad, de acueductos, de sistemas de riego adecuados, de viviendas, de salud, de seguridad, de educación tanto por insuficiencia de personal como de planta física y pare usted de contar.

En fin, los merideños nos sentiríamos profundamente felices si el señor gobernador se pusiera los pantalones y defendiera con la vida si es necesario su revolución pero además que se dedicara por fin a nombrar su tren directivo que se avoque junto con él a resolver los innumerables problemas que nos aquejan….. ¡¡¡¡¡Que bueno serían sus pantalones señor gobernador¡¡¡¡¡¡





Profesora Laura Luciani Toro





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