La Directiva del CNP Caracas manifiesta su preocupación a la OEA por las actitudes totalitarias del gobierno hacia los medios de comunicación, los periodistas y la crítica. Les invitan al país para que comprueben sus denuncias.
A continuación la carta
Salvador RodeznoOrganización de Estados AmericanosRepresentante en VenezuelaSu despacho, Caracas.-
De nuestra consideración:
Como representantes del gremio periodístico en Caracas nos dirigimos respetuosamente ante usted para que comunique, a las instancias del sistema interamericano a las que compete la defensa de la libertad de expresión y los derechos humanos, la preocupación del gremio periodístico venezolano ante la ola de censura que se cierne sobre Venezuela.
El Colegio Nacional de Periodistas quiere alertar a la OEA y a la comunidad internacional, así como lo ha hecho a la nación venezolana, sobre las peligrosísimas implicaciones y las nefastas consecuencias para la vida de este país que tendría la eventual aprobación de una ley para reprimir “los delitos mediáticos”, tal y como lo ha solicitado la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz.
Los delitos ya están tipificados en la Constitución y las leyes venezolanas vigentes. La sola expresión “Delito Mediático” es un giro lingüístico que pretende legalizar lo que ya se hace por mecanismos indirectos y que no es otra cosa que el intento de impedir el ejercicio de la crítica y del periodismo autónomo; para criminalizar y neutralizar las posiciones editoriales que no le convengan al gobierno nacional y para intimidar a toda la sociedad venezolana con un arma: la posibilidad de sanciones penales usadas a discreción contra quienes se tomen el atrevimiento de publicar reportajes inconvenientes, o denuncias que lastimen los intereses de los poderosos, o insumos que contradigan la propaganda oficial.
El gobierno nacional sabe que el trabajo de periodistas, medios de comunicación y articulistas contradice la discutible versión de la realidad que ofrecen los medios oficiales y está haciendo todo lo posible por neutralizarlos.
Una evidencia de esta tentación de orden totalitario es la prohibición de la publicidad de las organizaciones no gubernamentales Cedice y Asoesfuerzo en la cual se promueve el respeto a la propiedad privada. Independientemente de las opiniones que se puedan tener sobre el fondo del mensaje, el gobierno acude al expediente de la censura porque lo dicho le molesta y lo deja en evidencia. Paralelamente, el ministro Diosdado Cabello, quien goza de casi total discrecionalidad para decidir sanciones a medios radioeléctricos anunció la revocatoria de los permisos de transmisión a 240 emisoras de radio y televisión.
Los venezolanos ya sabemos lo que significan en castellano este tipo de ardides. “Delito mediático” se parece demasiado a “no renovación de concesión” o a “democratización del espectro radioeléctrico” cuando quiere maquillar aquello que prometió jamás hacer: cerrar un canal de televisión, clausurar radios o aplicar, en términos policiales, la censura.
Representantes del Colegio Nacional de Periodistas han visitado en Washington las oficinas de la OEA y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ahora solicitamos que nos devuelvan la visita. Los invitamos a venir a Venezuela lo antes posible para que verifiquen, in situ, la verdadera situación y los peligros que corre la democracia venezolana. En nombre de la directiva del Colegio Nacional de Periodistas en Caracas, les saludamos y esperamos su oportuna respuesta.
Atentamente
Roger SantodomingoSecretario GeneralColegio Nacional de PeriodistasCaracas
(Prensa CNP8 de julio de 2009)
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