Pérez Morales: Pretenden que todos tengan el cerebro rojo


“En Venezuela lo que se pretende es que todo el mundo se ponga no una camisa roja, sino un cerebro rojo, que todo el mundo piense como piensa el Presidente"

UNION RADIO

***El presidente del Concilio Plenario de Venezuela, monseñor Ovidio Pérez Morales, consideró que las declaraciones del gobierno en contra de la Iglesia católica “revelan la intransigencia de un proyecto político” y alertó que “aquí se pretende que todos se pongan no una camisa roja, sino el cerebro rojo”.

Pérez Morales dijo a Unión Radio que las declaraciones de los voceros oficiales son “muy lógicas y coherentes con el proyecto que están llevando adelante y que no lo ocultan. Un proyecto de corte centralista, globalizante, de tipo totalitario de corte castrocomunista”.

“En la lógica de un proyecto así; cualquier cosa que se salga de la línea oficial es anatematizado, es condenado, es tachado de falso, de malo. Por eso desgraciadamente no me han causado ninguna sorpresa”, expresó respecto a la reacción gubernamental sobre lo que conversaron los obispos con el Papa Benedicto XVI a principios de semana en Roma.

Alertó que “en Venezuela lo que se pretende es que todo el mundo se ponga no una camisa roja, sino un cerebro rojo, que todo el mundo piense como piensa el Presidente de la República, cualquier cosa que se salga de eso merece la condena”.

Desestimó que, “digan que nosotros estamos propiciando el odio”, y recordó que en la más reciente visita del clero venezolano al Vaticano se conoció a fondo la realidad política y social nacional.

“En Roma saben que la consigna oficial que se emplea en Venezuela, especialmente en los cuarteles es: Patria-Socialismo o Muerte. Eso en Europa donde han vivido totalitarismo, el nazismo, comunismo, fascismo, saben lo que esto significa; es decir es prácticamente poner a la población ante la disyuntiva de si acepta el proyecto que le tratamos de imponer o usted está condenado a morir”, explicó.

A juicio de Pérez Morales, la situación nacional “se ha convertido en una división de tipo bélico de la población, en los que merecen vivir y los que no merecen vivir. De los que pueden hablar y los que no pueden hablar, de tal manera que estas declaraciones revelan la intransigencia e intolerancia”, gubernamental.

También señaló que las agresiones verbales al clero demuestran, “el fundamentalismo de un proyecto político que revive los anacrónicos regímenes que tanto dolor y tantas lágrimas del siglo pasado llevaron a exterminios de pueblos, a confrontaciones y, a guerra”.

“Dentro de esta lógica son naturales y coherentes las declaraciones oficiales, desgraciadamente. Dios quiera que cambie la situación y se abran caminos de tolerancia. Estamos en el siglo XXI, no en el XVI”, fustigó

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