Muere guardia tras tiroteo en el museo del Holocausto en EEUU




WASHINGTON -- Un anciano, que según las autoridades tenía un pasado de violencia antisemita, ingresó el miércoles en el Museo del Holocausto en Estados Unidos, donde abrió fuego con un fusil e hirió de muerte a un guardia de seguridad, antes de ser abatido a tiros por otros agentes.

El atacante fue hospitalizado en estado crítico, dejando tras su ataque una amplia movilización de investigadores federales y locales, así como expresiones de conmoción del gobierno israelí y de una prominente organización musulmana.

La jefa policial Cathy Lanier dijo que el atacante fue "interceptado por los guardias de seguridad inmediatamente después de que cruzó por la puerta'' con un fusil. "En el instante en que entró al edificio comenzó a disparar".

Las autoridades dijeron que James Von Brunn, supremacista blanco de 88 años, era investigado por el tiroteo. Otro agente dijo que el automóvil del anciano fue encontrado cerca del museo y examinado, para ver si había explosivos en el interior.

Los agentes hablaron a condición de permanecer anónimos, tras señalar que no tenían autorización para discutir detalles de una investigación que apenas comienza.

Funcionarios del museo identificaron al guardia muerto como Stephen T. Johns, quien llevaba seis años laborando en la instalación. En un correo electrónico, la directora Sara Bloomfield dijo que el guardia "murió de manera heroica en el cumplimiento de su deber''.

Von Brunn tenía una página racista y antisemita en la Web, y escribió un libro titulado "Kill the Best Gentiles'' (Mata a los mejores paganos).

Normalmente el museo tiene fuertes medidas de seguridad, con guardias en el interior y el exterior. Todos los visitantes deben pasar por detectores de metales en la entrada y someter sus bolsos a revisión.

El museo, ubicado justo frente al National Mall cerca del monumento a Washington, es una atracción turística popular. Recibe unos 1,7 millones de visitantes al año.

Las avenidas que lo circundan fueron cerradas y se acordonó la zona con cinta plástica amarilla para impedir el paso de transeúntes. Varias patrullas y policías a caballo circundaban la zona.

Sandy Perkins de Massachusetts dijo que su hija Abigail le llamó poco después de la balacera. La adolescente estaba visitando el museo en un paseo escolar y le dijo a su madre que los estudiantes escucharon varios tiros hasta que les pidieron que salieran del edificio.

Abigail dijo que algunos de sus amigos estaban muy nerviosos, pero fuera de eso todos se encontraban bien, agregó Sandy Perkins. Los adolescentes no vieron de dónde venían los disparos.

Linda Elston, una visitante del museo, dijo que estaba en el nivel inferior de éste mirando una película cuando les dijeron que evacuaran el lugar.

"Estaba totalmente lleno de gente'', narró Elston. "Nos llevó un rato salir''.

Dijo que no escuchó ningún balazo y de momento no sabía por qué les pidieron que desalojaran, aunque sí se sintió "un poco nerviosa". (El Nuevo Herald)

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