Los “nativos digitales” leen y escriben más que los jóvenes de hace veinte años


La “ciberlingua” está signada por la rapidez, sin embargo, los jóvenes universitarios no escriben un trabajo académico de la misma forma


Según Luis Barrera Linares existen prejuicios con el tipo de escritura rápida generada en los mensajes de texto y el chateo

Adriana Heras

Para el investigador y profesor universitario Luis Barrera Linares, la noción de “hipertexto” -o la forma de vincular un texto con otros inherentes a éste- no llegó con la Internet.
La Internet -que no es más que “un conjunto de computadoras conectadas entre sí, compartiendo una determinada cantidad de contenidos” (Tomado de http://www.misrespuestas.com/que-es-el-internet.html)- ha potenciado esa particularidad que tiene el hipertexto de permitir al lector conectarse, a partir de un texto base, con otros que circulan a través de la red y que pueden ser infinitos.
“Eso cambiará, definitivamente, el modo de leer literatura en cualquier lengua –indica Barreras-, pues ahora el lector tiene la oportunidad de indagar fuentes, de ver otras páginas, de leer textos parecidos al que está leyendo, de ver otros que no están relacionados propiamente con la literatura, es decir, de leer cualquier cosa a la cual pueda accesar a través de algún vínculo que le ofrezca el texto que está leyendo”.

-¿Qué pasa entonces con el libro impreso convencional y la literatura que circula en la Internet?
El libro impreso convencional tiene una ventaja: se puede cerrar, es decir, cuando se termina de leer, el lector tiene la satisfacción de decir “he concluido la lectura de un libro, he terminado de descubrir una verdad independientemente de su contenido” y allí el autor es muy importante. Con la lectura en Internet esa noción de verdad y del libro que se cierra no tiene ningún sentido, porque se puede comenzar a leer un texto y es probable que no se termine, debido a que tenemos la posibilidad de conectarnos con toda esa cantidad de vínculos que ofrece ese mismo libro.

-¿En qué momento entonces se culmina la lectura en la red?
Eso dependerá de la disciplina que tiene el lector, del modo en que quiera leer, pero la noción es distinta. Y no me estoy refiriendo a los libros impresos que son escaneados y colocados en la red como textos fijos, esos siguen siendo libros a los cuales sólo se les ha cambiado el soporte; hago mención a los libros que se generan para que circulen exclusivamente en los llamados entornos digitales, es decir, para ser colgados, saqueados y leídos en la red y para que el lector haga con ellos lo que quiera, incluso, tener la facultad de modificarlos, alterarlos y no terminarlos nunca si no quiere.

-¿Es probable que las nuevas generaciones se inclinen más por este tipo de literatura digital?
En el mundo, en este momento, estamos conviviendo tres tipos de ciudadanos: los que no tienen ningún acceso a Internet porque no quieren o no les interesa y que son llamados peyorativamente “ciber-analfabetos”; los que no nacimos con la Internet pero que nos interesa y que recibimos el nombre de “inmigrantes digitales”, porque venimos de un mundo distinto y estamos inmigrando a la red de redes; y los “nativos digitales”, que han nacido pensando que la Internet forma parte de la vida, es decir, no tienen idea de que surgió después del desarrollo de la humanidad. Para esos “nativos digitales” es para quienes se están produciendo, principalmente, los libros que circulan en la red, nosotros sólo somos visitantes que tenemos un pie en este mundo y el otro en el del ciber-lenguaje. Ya hay casos de estudiantes universitarios cuya adquisición de libros físicos durante toda la carrera es mínima, lo cual indica que sus fuentes fundamentales de información están en la Internet. Si eso es ahora, imagino que dentro de 50 o 60 años, la red de redes va a definir tales fuentes para estudiar una carrera universitaria.

-Pero estamos hablando de lectura académica ¿podemos predecir también que la Internet es un medio ideal para fomentar la lectura entre los más jóvenes?
No soy pesimista y creo que los “nativos digitales” leen y escriben mucho más que los adolescentes de hace veinte años. No sólo escriben en la Internet, sino también a través de la telefonía celular, del chateo y de los foros de discusión.

-¿Cómo se puede definir ese tipo de escritura generada en medios de difusión como el chateo y los mensajes de texto?
Hay prejuicios con este tipo de escritura, caracterizada por la simplicidad, las abreviaturas y la “ciberlingua” o la omisión de vocales y la reducción de las palabras al mínimo. Digo que son prejuicios porque cuando nos expresamos oralmente omitimos palabras, usamos abreviaturas, recortamos oraciones y nadie se queja de eso. Ese tipo de escritura tiene mucha influencia de la lengua oral y el mensaje se produce para que sea procesado con mucha rapidez y son emitidos, en consecuencia, con mucha rapidez. Pero eso sólo se hace en ciertos contextos, es decir, un estudiante universitario no escribe todavía un trabajo académico con ese tipo de lenguaje. Los más jóvenes son mucho más lectores y usan mucho más ese medio simplemente porque creen que Internet siempre existió.

El profesor Luis Barrera Linares ofreció esta conferencia, titulada “Juicios, prejuicios y desperdicios de la comunicación lingüística y literaria” durante el “Quinto Congreso Internacional de la Cátedra Unesco para el Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación en América Latina con Base en la Lectura y la Escritura”, realizado en Caracas y en donde la Universidad de Los Andes tuvo una importante representación.

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