Eduard Zárraga fue recibido por maestras y amigos en Cabimas




Eduard Zárraga, el menor de 12 años de edad que fue raptado por una mujer colombiana de 22 años de edad y llevado a Barranquilla, regresó a su casa junto a su padre y abuela, quienes lo fueron a buscar. Sus primeras palabras fueron: "Gracias a Dios volví a mi casa".

“No perdono a María Cristina por lo que me hizo”, apuntó el niño de 12 años. Dijo que aspira a ser un gn. Prevé volver a clases el lunes próximo.

¡Ya llegó! La pesadilla que sufrió el pequeño Eduard Enrique Zárraga Gómez, de 12 años, tras permanecer raptado en Colombia por una vecina suya, de 22 años, culminó, ayer. A las 10:00 de la mañana arribó a su casa en el barrio Punto Fijo, zona sur del municipio Cabimas.

Acompañado de su papá Alirio Zárraga y su abuela Carmen, se le veía el agotamiento en el rostro tras el arduo viaje que emprendió desde Sabanalarga, la noche del lunes.

“Gracias a Dios volví a mi casa”, decía sonriente. Le esperaban su madrastra Elena, algunos familiares y vecinos.

La noticia alertó a los amiguitos del colegio Rómulo Gallegos, donde estudia quinto grado. Un grupo de ellos y de maestras se acercó para darle la bienvenida con un abrazo.

Eduar sólo lamentaba haber dejado en el autobús número 7646, con destino a Cúcuta, una mochila con ropa que le regalaron: un par de botas , dos camisas y dos pantalones.

“No perdono a María Cristina por lo que me hizo. Creo que nunca lo haré. Sin embargo, ojalá no la metan presa. Es que ella es madre de cuatro niños y no quisiera que se quedaran sin mamá. Después estarían huérfanos, porque no tienen a nadie que los cuide”, dijo Eduard. Pero esa decisión no es de él.

Su padre, Alirio, insiste en actuar penalmente contra la mujer que sedujo a su hijo para llevárselo a Colombia. Y es que, recién llegados, fueron trasladados por una comisión del Cicpc Cabimas para el despacho a tomarles denuncia.

Contó que allá dijo: “Ella me amenazó. Es que hicimos cosas de adultos. Me obligó a irme para Colombia. Me dijo que me iba a poner a estudiar otra vez”. La mujer le había dicho que estaba embarazada suyo, asunto que desmintió en Colombia, cuando su marido, José Lizardo, se apareció allá en busca de explicaciones.

“La agarró (José) por los hombros y le dijo que le haría un examen. Ella se asustó y lo negó. Su marido le pidió que volviera con él. Pero ella no quería porque le iba a pegar. No supimos más de María Cristina hasta que la policía de Barranquilla la detuvo y su esposo la acompañó con los 4 hijos”, narró la abuela Carmen.

Eduard dice que lloró mucho cuando supo que vería de nuevo a su abuela. “Sentí que me querían mucho. La Policía colombiana me trató muy bien. Ellos me encontraron antes que mi papá llegara con mi abuela de Venezuela. Antes de entregarme hubo mucho papeleo con Fiscalía, Bienestar Infantil y otras cosas”, contó el adolescente.

“Un teniente —sigue contando— nos dio un paseo por Barranquilla antes de despedirnos en la estación del bus. Los oficiales no se fueron hasta que nos embarcamos en el expreso para venirnos”.

Mientras cuenta su historia, el adolescente reflexiona: “De todo ésto, aprendí que no vuelvo a hacerle caso a personas extrañas. Yo sé que mi papá me quiere a su manera y lo voy a obedecer. Yo quiero ser Guardia Nacional como él lo fue. Mi interés es regresar el lunes a la escuela. Ya todo pasó”. (PANORAMA)

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