Charlie perdió la vida por no obedecer a su concubina


En las puertas del ambulatorio donde su mujer pariría, quedó tendido el cuerpo de Charlie Silva


GERARDO MORÓN SÁNCHEZ
El Informador



**** Un sólo policía no es suficiente para cuidar el centro de salud. El hijo del occiso nació cinco horas después del crimen de su padre.


Charlie Silva sabía que de un momento a otro moriría y toda su familia también. Lo que no presumía era que el momento se iba a dar en vísperas del nacimiento de su sexto hijo. Irónicamente el crimen se cometió frente a una maternidad.

En el barrio El Coriano II sector II vivía y pagaba por el delito de robo agravado Charlie Pastor Silva Querales. Tenía 27 años y enemigos que estaban desesperados por matarlo. El pasado lunes a su concubina le dieron dolores de parto y él la llevó hasta la Maternidad de La Carucieña. Aunque ella le insistió en que mejor la llevara a Quíbor para que no se expusiera a quienes procuraban matarlo, él corrió el riesgo.

En un taxi llegaron a la maternidad a las 7:30 p.m. El médico la evaluó y determinó que presentaba cuatro centímetros de dilatación. Todo estaba listo para el parto. Charlie Pastor se sentó afuera a esperar a que acondicionaran a su pareja, cuando una moto con dos ocupantes accedió al interior del estacionamiento interno. De ésta bajó un hombre joven que le pasó por un lado a Charlie, abrió la puerta de cristal, entró a la de espera como disimulando y se devolvió. A traición le disparó siete veces al futuro padre, matándolo en el acto. Inmediatamente huyó con su cómplice. Muchas de las personas que estaban alrededor, en el desespero de ponerse a salvo se atrincheraron en el área reservada para la atención de los partos.

Cuando la concubina escuchó los disparos, supo de una vez que algo le había pasado a su pareja y casi desnuda salió a abrazarlo. Personal médico le cedió una bata para que se cubriera. Poco después comenzaron a llegar familiares que llorando le decían al occiso: “Te dijimos que no vinieras para acá. Tú sabías que tus enemigos te estaban esperando”.

Una vida por una muerte

Para el doctor Julio Piña, director del Ambulatorio de La Carucieña, la presencia policial es indispensable porque cohíbe al que tiene planificado hacer el mal. El autor del asesinato al no ver a ningún funcionario cerca, actuó a placer.

Es insólito que a las puertas de un lugar donde llegan tantas vidas, se produzca una muerte, expresa Piña para luego agregar que la maternidad ha sido siempre una de las áreas más respetadas; pero lo sucedido anteayer, hace necesario incrementar la seguridad. La delincuencia no es más que un indicio de que la sociedad está corrompida y vive alejada de los valores cristianos. Por eso el mal está ganando terreno.

Dice que desde el año pasado ha solicitado mayor resguardo por cuanto en este ambulatorio se atienden a numerosas personas víctimas de episodios violentos que se ha extendido hacia los mismos médicos al momento de cumplir su trabajo. Planteamos la problemática pero a estas alturas no hemos recibido respuesta en cuanto a un incremento de personal policial. Esperamos que con lo sucedido, consideren lo grave de la situación y nos presten el apoyo que necesitamos para que los pacientes se sientan seguros.

Mensualmente en esta maternidad se atienden entre 180 partos y cesáreas al mes. Estamos abriendo el turno quirúrgico de la tarde lo que nos permitiría atender un promedio de 80 cesáreas al mes.

Imperiosa necesidad

La seguridad en el ambulatorio es imperiosa, dice el doctor Publio Alvarado, coordinador de maternidad. Aunque reconoce que actualmente hay un policía para la seguridad, estima que se debe incrementar por lo menos a cuatro funcionarios o recurrir a la vigilancia privada.

Pedimos al comisionado de salud y a las autoridades policiales que le presten mucha atención y solucionen esta problemática. (El Informador)

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